EL SEIBO. La construcción de un nuevo matadero municipal en el municipio Santa Cruz de El Seibo, se convirtió hace décadas en una tarea pendiente que arrastra a todas las gestiones municipales del cabildo local.
La situación del viejo matadero representa uno de los focos de contaminación más importantes en esta localidad. Si bien no es la excepción, pues, con los mataderos de la región Este ocurre lo mismo que con los hospitales, tienen iguales fallos y su problemática data de años, sin que se busque una solución efectiva y determinante.
Este matadero de El Seibo se construyó hace unos 40 años, y actualmente trabajan cuatro personas, cada una de ellas cumple un rol. Allí se sacrifican cerca de 20 animales semanales.
Los trabajadores negaron las condiciones en que se encuentra dicho degolladero, y minimizaron los niveles de contaminación aparentes. Argumentaron que cada vez que terminan de trabajar aquello queda impecable. Pero aquí no se cumplen las leyes sanitarias ni medioambientales establecidas.
Y aunque la alarma llegó a oídos de instituciones competentes como Medio Ambiente y Salud Pública, quienes hace poco menos de cuatro semanas, intervinieron el lugar con el objetivo de inspeccionar las reales condiciones y los riesgos que resultan del mismo; poco ha cambiado desde entonces, pues continúan observándose cueros de animales sacrificados y acumulación de estiércol en los alrededores.
DOBLE CONTAMINACIÓN
La contaminación constante es doble, porque los residuos de este matadero van a parar al río Seibo, principal afluente que tiene la ciudad y uno de los más importantes, puesto que de aquí se abastece de agua a toda la población. Esto se debe, principalmente, a que su ubicación queda justo en la ribera del río.
El matadero también se encuentra ubicado en la zona urbana, y de acuerdo con médicos consultados se construyó sin principios ni reglas, donde desde luego no se tomaron en cuenta nuevas disposiciones legales medioambientales, de manera que, estos viejos mataderos, violan dichas normas, vertiendo todos sus desperdicios, residuos, basuras, heces fecales, sangre, orina y otros fluidos viscerales en el afluente.
Tampoco tiene la presencia de personal capacitado que se requiere en establecimientos de este tipo, como por ejemplo un técnico en veterinaria y otro en biomedicina animal, para que se pueda calificar si los animales están aptos para ser sacrificados para consumo humano, se regule la calidad y se aseguren del mantenimiento correcto del piso y las mesetas donde colocan las carnes.
A ley del exdirector provincial de Salud Pública, Miguel Peralta, resultaría peor cerrar el matadero, porque esto daría paso a la posibilidad de que se abran mataderos clandestinos, “y esto sí sería un peligro, debido a que no habría condición de ninguna índole ni supervisión, llegando incluso a utilizar animales que murieran por razones desconocidas”.
Cree que los ayuntamientos no tienen recursos necesarios para solventar una construcción nueva en un lugar donde sí apliquen estándares medioambientales y no se contaminen las aguas. Consideró debe ser mudado fuera de la ciudad cuanto antes, crear horarios y personal de limpieza competente para evitar enfermedades por la contaminación del río.
UNA CONSTRUCCIÓN MODERNA
Para el ingeniero José Rijo, este degolladero está obsoleto y las construcciones para ese tipo de estructuras modernas requieren matíferos, cuartos fríos, área de lavado, vísceras y sacrificios, lo que implica localizar un espacio amplio que cumpla con un diseño de esta índole y estándares de salubridad y filtros sanitarios.
“En el caso nuestro, requerimos un área bastante grande con inspecciones de filtros sanitarios, área de refrigeración y un equipo refrigerador para llevar las carnes a los mercados y, obligatoriamente una planta de tratamiento para los desechos sólidos y húmedos. Es todo un conjunto de especificaciones que se necesitan”, aclaró Rijo.
El ingeniero sostiene que aparte de esto, es necesaria la disponibilidad de tierra, agua y electricidad, además de contratación de mano de obra especializada y de limpieza. Así como instalaciones de eliminación de agua como una herramienta alternativa a la construcción de una planta de tratamiento de aguas, ya que suele ser costosas. Además, la ubicación en una zona que sea rural o en las afueras de la ciudad.
MEDIO AMBIENTE Y LA ALCALDÍA
El director provincial de Medio Ambiente, Carlos De la Rosa, dijo que están dando unas semanas para que el Ayuntamiento Municipal remoce el matadero o, de lo contrario, cerrarían el lugar. Declaró que allí se violentan normas medioambientales como la falta de higiene y la contaminación directa al río.
“Todas las aguas residuales están cayendo al río. Sugerimos que por lo menos se remoce, porque las condiciones no son óptimas. Nombrar un personal amplio, construir un séptico y dar mantenimiento hasta tanto se pueda construir uno nuevo. Eso hay que resolverlo”, acotó De la Rosa.
Recientemente, la Alcaldía declaró que no disponían de terrenos para construir un nuevo matadero, ya que habían solicitado tierra al Central Romana y, debido a conflictos existentes por esas parcelas, luego de cederlos se paralizó la entrega, lo que provocó que aún no se materialice.
“Hay personas en esos terrenos que levantaron viviendas y, ocurrió que distintas instituciones dijeron que fuimos nosotros que permitimos que esas personas ocuparan esa tierra, la empresa paralizó la entrega. Así que esa y otras obras que teníamos planeadas, se estancaron”, expresó el alcalde municipal Leo Francis Zorrilla.