EL SEIBO, RD. Sobre esta vieja y olvidada provincia, no solo relumbran los rostros de la pobreza y la dejadez gubernamental, sino que en su historia se entrelazan elementos históricos y culturales sumamente importantes no solo para la región, sino también para el paÃs.
El Seibo es sede de la primera independencia y de los orÃgenes del patricio Juan Pablo Duarte. Es poseedora de riquezas ecológicas y culturales, que en ningún otro lado de la nación se localizan.
Con exquisiteces y tradiciones que recorren los lugares más recónditos de la República Dominicana, a través de ese forastero que visitó o, de la marca que se extendió y que llegó hasta allÃ. Siempre enfrentado con quienes alegan desconocimiento geográfico, por esta demarcación pertenecer al atraso, a la falta de oportunidades, al desempleo y al abandono.
Fue la tierra que vio nacer al gran tenor internacional Francisco Casanova, quien, incluso, sustituyó a Luciano Pavarotti en el espectáculo Pavarotti and Friends en el Teatro de la Filarmónica de New York. También, del siempre recordado Ãcono de la comunicación en este paÃs, Freddy Beras Goico.
Pero no solo figuras importantes del arte, salieron de la â??Primada del Orienteâ?, sino también de la vida episcopal y religiosa, puesto que en estas tierras nació el primer dominicano en llegar a ser cardenal de la Iglesia católica, Octavio Antonio Beras Rojas. No obstante, existen relevantes elementos que forjan la identidad seibana ante el mundo.
Conocido mundialmente, el auténtico mabà seibano, cuya bebida exótica ha recorrido todo el paÃs. Guarda una historia familiar que conserva el secreto de su exclusivo sabor. La historia data de 1883, cuando su creador dor, el holandés Tomas Otto Duvergé Dreisken, emigró y se casó con una seibana.
Ambos fundaron y comenzaron la preparación de la bebida. Es elaborado a base de agua, azúcar y bejuco de indio, pasando por un proceso de fermentación secreto, para conservar la fórmula que ha hecho famoso a este lÃquido. Actualmente, el mabà cuenta con un monumento.
Manuel Varela, quien es miembro del Consejo de Desarrollo EcoturÃstico de la Provincia El Seibo (Codepres), explica que esta bebida reúne todas las condiciones para ser comercializada a nivel internacional, aunque para lograrlo, según Varela, habrÃa que industrializarlo primero, y asà dejar de ser una producción artesanal pequeña, logrando tener mayor alcance.
â??Es una bebida riquÃsima, que posee todas las caracterÃsticas para su exportación, pero que requiere ser industrializado antes de cualquier cosa, ya que se mantiene en calidad de producción artesanal pequeña. Los descendientes de Otto deberÃan hacer una fábrica grande que produzca cientos y cientos de guacales de mabà diariamenteâ?, puntualiza Varela.
Señala que, como uno de los productos de mayor proyección local, los fabricantes deben ponerse acorde con la producción y el consumo, por la gran demanda que generarÃa. Entiende, además, que como industria privada, depende de los propietarios de la fábrica de mabà estructuralizar y
expandir el negocio.
â??De eso debe encargarse una nueva generación de la familia, con voluntad e ideas nuevas para abrir un proyecto de esa magnitud, son ellos quienes se encargarÃan de sostener la práctica del negocioâ?, manifiesta.
LA BASÃLICA SANTA CRUZ
Es una parada obligada este templo religioso que se encuentra en el mismo corazón de la ciudad, de una historia centenaria, puesto que es considerada como una de las 10 primeras iglesias del Nuevo Mundo. Su origen remonta de tiempos coloniales, construida,en el año 1556, y funda da por colonizadores españoles.
El estilo de esta mini basÃlica es victoriano y, de acuerdo con historiadores seibanos, la religiosidad implica una historia en toda su manifestación, pues en este caso el nombre de Santa Cruz se debe a que en 1969, el obispo Fray Domingo Fernández, citaba sobre la existencia de una cruz en la ciudad de El Seibo. En su interior posee cuadros, imágenes, objetos de oro, plata, diamantes y esmeraldas del siglo XV y XVI. Tiene una sacristÃa y una esbelta torre, que alberga un campanario.
Según el sacerdote Mario MartÃnez, al parecer la misma bula que erigió a la iglesia San Dionisio del municipio Higüey, fue quien también fundó este templo, y ha sido dirigida durante muchos años por sacerdotes religiosos que venÃan como misioneros y trabajaban prestando servicios en muchos campos de la provincia. Remozada en 1878, ya para 1912, se le agrega la torre que actualmente posee. Asà queda este templo con un valor histórico cultural y religioso de suma importancia en la región.
MONUMENTO A LA BATALLA DE PALO HINCADO
El Seibo jugó papeles fundamentales en distintos acontecimientos que marcaron la historia de la nación, con una participación protagónica y notable en los principales hechos históricos que caracterizaron el curso de la dominicanidad. En este panorama, tuvo una destacada intervención como escenario de la Batalla de Palo Hincado, el 7 de noviembre de 1808, donde los más notorios auxiliares del general Juan Sánchez RamÃrez, fueron los seibanos Vicente Mercedes y el viejo padre Pedro Santana.
Este monumento, construido en las afueras de la ciudad, a 2 kilómetros en la carretera El Seibo-Hato Mayor, ubicación que se aproxima al lugar donde se escenificó la Batalla de Palo Hincado con el ejército Napoleónico comandado por el general Ferrand. Posee una gran piedra en la que Juan Sánchez RamÃrez, según cuentan, habrÃa cercenado  cabeza del general Ferrand.
De acuerdo con la profesora de historia, Lidia Severino, el monumento no solo identifica a esta antigua provincia, sino que tiene relevancia en el proceso histórico del paÃs. Comenta que el valor documental de esta batalla, representada en dicha estructura, es sÃmbolo de libertad y patriotismo de los dominicanos, para que la nueva generación no olvide la lucha de los antecesores.
CORRIDAS DE TOROS
«Es un imperioso sello seibano de caracterÃsticas especiales, totalmente folclórica, distinta a como se hace en muchos lugares, propiamente llamativo de las fiestas patronales: absoluta
mente de pueblo y de las pocas atracciones turÃsticas que tenemosâ?, asà lo expresa el gestor cultural Juan Pradio Rojas, referente a estas tradicionales corridas de toros.
Las famosas tardes taurinas, exclusivas de este rincón del Este que congrega a cientos de aficionados del arte taurino, son las únicas corridas de toros que se dan en el paÃs. Al estilo portugués, que no sacrifica al animal datan de la colonización, la tauromaquia representa la más importante y antigua práctica seibana.
Existe desde hace más de 200 años y aún se mantiene como la identidad del que vive aquà y del seibano ausente. Demandante hace años de un lugar con más capacidad y de una infraestructura como lo amerita la actividad, se solicitó al Gobierno la construcción de una plaza, una obra que desde su inicio ha estado envuelta en polémica, esto desde que se anunció la cuantiosa inversión.
Pero a El Seibo no solo lo identifican la majestuosidad de su basÃlica, el sabor embotellado de su mabÃ, el estigma de una batalla y el grito de un ¡oleé!, sino también su gente laboriosa, sus tardes de tranquilidad, sus montañas, su dulce de Tula y la monotonÃa del dÃa a dÃa.