EL SEIBO. Casi 11 años después la República Dominicana vuelve a hablar de cólera y por razones iguales: el ingreso de un inmigrante haitiano a territorio dominicano con la enfermedad.
En 2011, después del terremoto en Haití, el país registró casos en más de 100 años. Aquella vez, en 2011, también en el Este, se registró el primer caso. Un haitiano fue ingresado en un centro de Higüey, y resultó positivo. A partir de esa fecha y hasta el 31 de diciembre de ese mismo año, se notificaron 662 casos sospechosos y cerca de 11 defunciones asociadas a la enfermedad. Este octubre, Salud Pública, confirmó el primer caso importado en La Altagracia.
El epidemiólogo Wellington Hiciano, dejó claro que, pese a ese antecedente, la situación de El Seibo y la región en los últimos años ha sido sin evidencia alguna, desde 2010. No obstante, recomendó aplicar medidas de higiene para, de ese modo, evitar contagio. Agregó que, en general se trata de hábitos de higiene, lo que la hace un poco más difícil en sociedades como esta.
“Visitar el centro de salud más cercano inmediatamente presente diarrea, es importantísimo. Si está lejos, mantenerse hidratado hasta llegar, porque impedir deshidratación es vital en esta enfermedad.
El cólera no tiene predilección por edad ni sexo, la diarrea es abundante, lo cual provocaría deshidratación y chock hipovolémico, por pérdida de líquido”, apuntó el doctor.
En cuanto a la sintomatología e detención de este padecimiento, el exdirector provincial de Salud en la provincia de El Seibo, el doctor Miguel Peralta, indicó que la misma es infectocontagiosa y se produce mediante una bacteria y existe desde antes de Cristo, registrándose varias pandemias de cólera.
“Si uno no la previene, puede infectarse fácilmente. A través del agua y los alimentos contaminados es la forma más fácil de contagio, pero también, por el uso de objetos como vasos y le encanta en mares y ríos infectarse de cólera, así, con pescados y mariscos no muy cocidos, puede contagiarse”, alertó Peralta.
