Las víctimas mortales a consecuencia del terremoto de magnitud 6,3 que sacudió el sábado el oeste de Afganistán, y al que le siguieron varios más, se elevaron este domingo a más de 2.000, mientras los equipos de rescate continúan las labores para ayudar a los afectados, donde hay más de 9.200 heridos.
Medios locales e internacionales informaron de al menos 2.060 víctimas mortales como resultado del sismo en Herat. Según el organismo afgano de gestión de desastres, el movimiento telúrico dejó «más de 2.000 muertos y 9.240 heridos» y «más de 1.300 casas destruidas».
El portavoz de la Media Luna Roja Afgana, Irfanullah Sharafzoy, declaró en reportes anteriores que la cifra podría aumentar, pues 12 aldeas del distrito de Zinda Jan, epicentro de los temblores, «han quedado completamente destruidas y el personal de la Media Luna Roja Afgana todavía está buscando en la zona y bajo los escombros».
Según un informe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), se estima que unas 4.200 personas, incluidas 600 familias, se han visto afectadas y 400 casas quedaron destruidas debido al terremoto, con la aldea de Mahal Wadakah como la más afectada.