EL SEIBO. A raíz de la devastación que causó el huracán Fiona en la provincia de El Seibo, se empezó a hablar sobre la manera de construir viviendas en el país, y los materiales que siguen usándose.
Se recuerda que este fenómeno atmosférico destruyó de forma parcial y total cerca de tres mil viviendas en esta localidad y dejó miles de personas en la intemperie, arrancándoles todo el zinc de sus casas.
Ciudadanos se hacían la interrogante de “Si Fiona destechó las casas de zinc, ¿por qué seguir construyendo con ese material?”. Otros utilizan la frase “reconstruimos con los mismos materiales que el ciclón se llevó”, haciendo énfasis en que se va a seguir repitiendo la historia de destrucción cada vez que ocurra un fenómeno atmosférico, como un ciclón o una tormenta.
Ante estas y otras interrogantes, los ingenieros Sigfrido Escorbores y José Rijo, coinciden en que la posición geográfica, justo en la ruta de huracanes, obliga a los gobiernos a armar un plan de construcción de viviendas con materiales específicos que soporten los embates de la naturaleza.
Escorbores propuso que la Administración Pública tome en cuenta la ubicación geográfica del país, el cual está en la trayectoria de los huracanes, y en ese sentido, sugirió que se haga una planificación de construcción, no exclusivamente cuando llegue el fenómeno, sino antes.
“Lamentablemente cuando llegan estos fenómenos lo que queremos es salir del paso. Construir para entrar a las personas y que no se mojen. Para rapidez se construye en zinc y no es lo adecuado. Deben hacerse ciudades verticales, hacia arriba e ir sacando, sin política, a quienes verdaderamente lo merezcan. Además, que no puedan vender las casas”, puntualizó.
