Los últimos años la salud mental ha cobrado importancia tras la presentación de casos que demuestran un deterioro en la misma en la población mundial y, la misma pasó a ser tema de discusión y a hablarse de su importancia que es tanto o más que la física. De acuerdo con Forbes México, la Según la OPS acotó que América de todo el presupuesto que los países del continente dedican a sanidad, solo destinan un 3% de media a este tipo de cuidados.
Y eso a pesar de que lo trastornos depresivos ocupan el segundo lugar entre las enfermedades que más años de discapacidad provocan. La diferencia de financiación, sin embargo, es mucho mayor en los países de rentas más bajas, con Haití, Bolivia y Perú a la cola de la lista. La situación empeoró con la pandemia.
Pero, existen cuidados individuales que ayudan a cuidar la salud mental. Al igual que con la salud física, es importante incorporar ciertos hábitos para proteger la salud mental, de lo contrario, se pueden sufrir alteraciones en el estado de ánimo, ansiedad, dificultad para pensar con claridad, problemas para relacionarse, y daños en la confianza y autoestima.
Tales como: alimentarse correctamente. Una dieta saludable, rica en vegetales, frutas, legumbres y cereales, es fundamental para cuidar tanto la salud física como mental. Sin embargo, existen ciertos alimentos que se asocian a un mejor estado de ánimo, como las bananas, frijoles, y pescado graso, además mantener una correcta hidratación.
Ejercitarse. Hacer ejercicios es otra actividad que ayuda a cuidar de nuestra salud mental. Ocupar parte del tiempo para el ejercicio, que además de cuidar la salud física, es excelente para la salud mental. Esto se debe a que ayuda a aliviar el estrés, mejora el estado de ánimo, facilita dormir correctamente, y sirve para controlar los síntomas de la ansiedad o depresión. Los expertos explican que al ejercitarnos mejora el flujo sanguíneo, permitiendo que el cuerpo reciba más oxígeno, y con ello, promoviendo una sensación de relajación.
Dormir correctamente. Existen estudios que muestran que aquellas personas que duermen en promedio menos de seis horas por noche son más propensas a sufrir angustia mental, ansiedad y depresión. Para dormir correctamente se recomienda evitar la cafeína después de las 3 de la tarde e intentar acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, y convertir el dormitorio en un espacio tranquilo y relajante.
Meditar y tomar el sol. La meditación es una práctica destinada a regular el cuerpo y la mente para dirigirlos a un estado de profunda relajación, por lo que suele recomendarse para mejorar la salud mental. Asimismo, aunque parezca increíble, una exposición moderada en el sol durante las primeras horas del día es una buena forma de obtener vitamina D, la cual se asocia a un mejor estado de ánimo.
