EL SEIBO. De acuerdo con la experta en salud visual, Yanet Figueroa, quien tiene cerca de 15 años de experiencia, las principales afecciones visuales que padecen los seibanos son astigmatismo, miopía, hipermetropía y catarata. Estas afecciones son tratadas por optómetras, debido a que en esta localidad no hay consultas de oftalmología. La especialista señaló que en la mayoría de los casos ocurren por herencia, aunque cada una se presenta de forma diferente.
Indicó que todos estos problemas visuales se producen porque las personas no consultan a tiempo su salud visual, sino hasta que sienten molestias mayores, ocasionando que el paciente no tenga una buena imagen ni desarrolle una visión adecuada.
Citó que entre los riesgos mayores que se corren al no atenderse a tiempo es la pérdida total de la visión con una ceguera irreversible. Respecto a qué rango poblacional resulta más afectado por estas enfermedades, detalló son quienes tienen mayor acceso al uso de aparatos electrónicos son aquellos que abusan del uso de la visión.
Figueroa refirió que las edades de personas con estos padecimientos oscilan entre los 20 a 60 años, aunque en los niños las consultas han aumentado. La doctora manifestó que el método prevención es el que más efectivo resulta para tratar cualquier enfermedad, sobre todo haciendo un chequeo anual.
“El no atenderse a tiempo es el principal problema para afrontar cualquier enfermedad de la vista, lo que trae como consecuencia un fallo irreparable en la visión y que ningún tratamiento evite una ceguera. El paciente que se hace su chequeo anual, difícilmente pueda padecer de una ceguera permanente”, apuntó la médico. Alertó que el peor enemigo que tiene la vista es el glaucoma, sin embargo, resaltó que su detección temprana ayuda a que sus efectos no sean mayores.
En el caso de la catarata, Figueroa hizo la salvedad de que en esta demarcación son comunes, debido a que una gran parte de la población reside en zonas rurales y con el humo se afecta el cristalino del ojo. “Los casos de glaucoma igualmente son comunes y nosotros casi siempre los referimos porque muchas veces no llegan a tiempo para detectar la enfermedad, terminan también abandonando el tratamiento por razones económicas, porque los medicamentos tienen un costo elevado, y el paciente se cansa en el camino y ahí está el peligro”, expresó.