EL SEIBO. Las pequeñas regueras, puestos de venta de ropa en las casas o en pequeños locales, son una alternativa económica que crece cada vez más. Mientras algunas llevan años siendo el sustento de hogares, otras surgieron con la pandemia. En la ciudad de El Seibo no es tan difícil encontrarse con uno de estos negocios, en cualquier barrio, aunque son más frecuentes en unos que otros.
En el sector de El Retiro de esta ciudad María Eufemia Castillo lleva dos años y siete meses que montó un negocio desde su casa. Aunque es enfermera, lo que devenga no es suficiente, por lo que al estar “la cosa floja” decidió emprender con la venta de ropas. Este negocio le facilita entradas de recursos económicos de forma más rápida.
“Con esto se puede conseguir dinero ya sea diario, semanal o mensual. Es una facilidad que esto nos da”, dijo. Castillo también manifestó que compra la ropa en el país o se la envían desde el exterior. “Hay prendas de 200 y así. Es algo que me ha ayudado a apalear la situación económica. Si el tiempo está bueno se hacen hasta 5 mil a la semana. De esto dependen mis hijos y mi madre”, resaltó.
Así como Castillo, también en la calle José Reyes del mismo barrio, Mercedes Jiménez, cumplirá dos años con la venta de ropas en un local en la parte delantera de su hogar. La mujer contó que se vio en la necesidad de acudir a este tipo de trabajo, porque se quedó desempleada. Adquiere la mercancía movilizándose a distintos puntos del país.