Más de 1500 familias residen allí y reclaman a voces que las autoridades solucionen el problema que les afecta
Robert Antonio
rguerrero@editorabavaro.com
HIGÜEY. A ritmo de tambora, güira y latas vacías, decenas de residentes del habitacional Villa Hortensia entonaron plegarias a las autoridades para que acudan en su auxilio, ya que van a cumplir 17 años sin servicio de agua potable.
El presidente de la junta de vecinos de Villa Hortensia, Carlos Cedeño, advirtió que la convocatoria sólo fue un calentamiento pacífico, indignados porque supuestamente a una empresa privada próximo a la comunidad, el Instituto Nacional de Aguas Potable y Alcantarillados (INAPA), le ha conectado el servicio de agua del nuevo acueducto.
“Vimos en que en días pasados a INAPA haciéndole un trabajo a una empresa. Consideramos que no se le puede hacer un trabajo a un empresa privada, habiendo un barrio con tantas necesidades”, manifestó.
El dirigente comunitario recordó que Villa Hortensia, ubicado en la comunidad de Santana, a unos cinco kilómetros de Higüey, fue un proyecto de 200 viviendas construido por el Estado, para beneficiar a damnificados del huracán Hortensia, que en 1996 causó graves daños en la provincia La Altagracia.
Cedeño aseguró que la primera protesta fue pacífica, pero que la próxima será en grande, porque las más 1500 personas que viven en el lugar ya no aguantan más olvido de las autoridades.
LAS AMAS DE CASA
“Aquí el que no tiene RD$ 5.00 no se baña”, exclama con el rostro de la frustración doña Reina Peralta, una habitante con 15 años en Villa Hortensia, que dice que nunca ha visto las tuberías de su casa con servicio de agua.
A medida que se avanza por los caminos vecinales en que se han convertido las calles del habitacional que una vez fueron vías asfaltadas, los clamores por el agua potable se convierten en un eco que resuena cada vez con mayor intensidad.
Y no es para menos, Luz Cedano lleva unos ocho años en el lugar y desde entonces ha tenido que comprar el agua que necesita para hacer sus necesidades del hogar.
Explicó que un tinaco de agua le sale en RD$250.00 y un tanque de agua en RD$ 50.00, pero si tiene el dinero.
En Villa Hortensia los testimonios y las denuncias sobre los males de la comunidad dan para llenar varias páginas. Doña Milagros Soriano, una de las fundadoras del habitacional especifica que “tengo 16 para 17 años, para ser exacta y sólo veo a los políticos en tiempos de campaña”.
“Tuvimos tres días de agua, ya que llenaron el tanque a base de camiones, para la inauguración en 1998 y engañaron Leonel Fernández”, recuerda como si ya se cansara de hacer la misma denuncia que no recibe respuesta.
Un joven que estudiaba debajo de una mata se acercó al equipo de El Tiempo, para recordar que llegó a Villa Hortensia cuando tenía cinco años. Fidel Santana, que ahora tiene 21 años, narró que nunca ha visto más agua que la que deben comprar a los vendedores ambulantes.
UN NEGOCIAZO
Desde que llegas a Villa Hortensia lo primero que se salta a la vista, es que todas las viviendas tienen en el frente o encima un tinaco para almacenar el agua, que es comprada a varios vendedores, que tienen en el habitacional unos 200 clientes cautivos.
Los camiones con el agua dan dos o tres viajes para suplir la demanda las familias de Villa Hortensia, que compran el líquido de acuerdo a sus necesidades.
EL TANQUE NUNCA FUNCIONÓ
Oxidado por 16 años sin uso ni mantenimiento, sobresale detrás de Villa Hortensia el tanque de acueducto que se construyó para abastecer a las 200 familias, pero que nunca tuvo conexión para llenarse de agua.
Los fundadores del lugar recuerdan que el sistema fue llenado con camiones tanqueros por los constructores del proyecto, para hacerle creer al ex presidente Fernández que había agua, pero que a los tres días luego de la inauguración, el tanque se vacío para más nunca volver a tener agua.
OTROS MALES
Los habitantes de Villa Hortensia temen que la falta de agua dañe el sistema de alcantarillado, ya que no tienen suficiente líquido para bajar los inodoros y fregaderos de los hogares.
La vieja planta de aguas residuales luce abandonada en la parte frontal del complejo de viviendas.
Piden, además, la reconstrucción de las calles, las que están convertidas en caminos vecinales, porque nunca se les dio mantenimiento, así como el alumbrado de las vías, ya que en las noches la comunidad se convierte en tinieblas. Los más jóvenes piden la construcción de una cancha de baloncesto iluminada, para en las noches poder practicar el deporte que tanto aman.