SCARLET HERNÁNDEZ /
Verón. La noche del pasado viernes 17 la tragedia llegó por partida doble a la familia Luzón, cuando la motocicleta que conducía Ramón Emilio conocido como “Tres Patines”, se estrelló con otra motocicleta, que por azares del destino era conducida por su hijo de 18 años, Luis Emilio.
El primero fue declarado muerto minutos más tarde en el Centro Médico Hospiten, mientras que el segundo aún se encuentra en estado delicado en el hospital Antonio Musa, de San Pedro de Macorís.
Al llegar a la vivienda de la familia, ubicada en el sector Domingo Maíz, se siente la funesta combinación del dolor causado por el hecho, combinado con la espantosa miseria en la que viven sumidos.
Mientras en la sala, entre sollozos se elevaban plegarias a favor del fallecido, en un estrecho callejón contiguo, Matilde Lucía Luzón, una señora de 74 años, casi ciega y con el rostro abatido decía que aún no se explica cómo ocurrió el accidente donde uno de sus seis hijos perdió la vida y su nieto salió gravemente herido.
De su lado, Francia María Mármol, hermana de “Tres Patines” no logra contener el llanto, cuando expresa el sentimiento de desamparo que ahora la embarga, “el era el único que siempre me daba mano y sí, él bebía mucho, pero me había prometido que lo dejaría y que él y yo estaríamos juntos para siempre, y ahora se ha ido” afirma.
En medio de ese panorama, también tienen que lidiar con las llamadas constantes de sus acreedores, debido a que aún no consiguen los 30 mil pesos para pagar el ataúd en el que fue enterrado “Tres Patines”, de 45 años, quien dejó en la orfandad a cuatro hijos entre 18 y 22 años.
Mientras esto ocurre en la casa, las facturas siguen creciendo en el hospital Antonio Musa, donde está internado el adolecente Luis Emilio.