jueves, mayo 2, 2024
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Matadero de Hato Mayor opera de espaldas a normativas ambientales

HATO MAYOR. El matadero de esta provincia no escapa a la realidad que viven los otros en las demás demarcaciones de la región Este, puesto que opera totalmente al margen de las normativas y disposiciones ambientales que ordenan el correcto funcionamiento de los desolladeros bajo ciertos parámetros.

La finalidad de un matadero es producir carne preparada de manera higiénica mediante la manipulación humana de los animales, cuyo aspecto es fundamental y está contenido en la Guía para Buenas Prácticas Ambientales en Mercados y Mataderos Municipales, elaborada por el Ministerio de Medio Ambiente, el Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), el Plan Quisqueya Verde, The Natury Conservance y el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec).

La provincia Hato Mayor, según el Ministerio de Agricultura, cuenta con aproximadamente 60 mil reses en pie, que producen 50 mil litros leche diario y generan beneficios por RD$ 365 millones al año. En carne, se produce unos 3 mil kilos anual, siendo una gran parte de ese número procesado en el matadero de Hato Mayor.

En ese degolladero, las condiciones de salubridad no cuentan con los estándares necesarios falta de higiene en el área de aturdimiento o matanza, el piso, paredes, techo y drenaje. Además, está ubicado en una carretera en construcción sin ningún tipo de asfaltado como lo es la carretera Hato Mayor-El Puerto. Según la Guía para Buenas Prácticas Ambientales en Mercados y Mataderos Municipales, la ubicación de un matadero debe tomar en consideración una serie de factores, como su cercanía de las zonas urbanas.

El de Hato Mayor no está tan retirado del perímetro urbano. Particularmente en los países tropicales, de acuerdo con el manual los mataderos deben estar ubicados lejos de las zonas residenciales y a favor del viento, para evitar polvo, olores, moscas e igualmente ofrecer protección sanitaria al propio matadero. En el caso del referido matadero está situado en una vía que al no estar asfaltada genera gran cantidad de polvo diariamente con el constante tránsito de vehículos sobre todo pesados.

El acceso al mismo debe facilitar la llegada del ganado tanto en vehículos como a pie, sin obstaculizar el tránsito terrestre. El cerco de todo el emplazamiento del matadero no ofrece por sí solo la necesaria barrera sanitaria entre el matadero y los alrededores, por lo que el control sanitario a la entrada y la salida de las instalaciones es obligatorio.

El matadero de Hato Mayor, además, carece de cortinas, puertas, tela metálica, agua a presión, mesa de deshuese de cabeza, casilla o locker y corrales para el ganado a sacrificar. Según las propias personas que allí laboran, el área nunca ha dispuesto de cerca o verja perimetral ni control de plagas, pese a que en anteriores oportunidades inspectores del Ministerio de Salud Pública ordenó a la Alcaldía del municipio Hato Mayor del Rey, proveer de todos elementos para la correcta higiene del lugar.

Desde el año 2012, al se le había advertido que tenía que hacer una reparación total de la estructura, para lo cual se le dio un periodo de gracia, en cuyo tiempo se permitió que se tomará acciones a favor de la limpieza para el sacrificio de animales, lo cual no sucedió.

PROMESA QUE QUEDÓ EN EL OLVIDO

El 20 de marzo del 2019, la Procuraduría Especializada para la Defensa del Medio Ambiente y Recursos Naturales del Ministerio Público, dispuso autorizar la reapertura el Matadero Municipal de Hato Mayor luego de varios meses clausurado por las autoridades de Salud Pública y tras el anuncio del entonces alcalde Odalis Vega, de construir uno moderno en esta ciudad.

Pese a los recursos aprobados nunca se construyó el anunciado moderno matadero de Hato Mayor

La promesa de construcción de un matadero, que realmente cumpla con las condiciones, quedó en el olvido pese a que se aprobaron recursos financieros para ejecutar dicha obra.

La reapertura del actual matadero en 2019 la hizo el procurador Francisco Contreras y desde allí hasta la actualidad las causas por la que ha sido clausurado siguen repitiéndose de manera constante.

El entonces alcalde Odalis Vega anunció la construcción de un “nuevo” y “moderno” matadero municipal, a un costo superior a los RD$ 6 millones, para lo cual el Concejo de Regidores dispuso una partida inicial para los trabajos de RD$ 3,427,560.

Ocho de los nueve concejales aprobaron por unanimidad la obra, durante una sesión extraordinaria que celebró la instancia. El degolladero prometido, del nunca se supo del terreno exacto de ubicación, contaría con área de sacrificios, pozo, cisterna, caseta de controles, cuarto frío, oficina veterinaria, vestidores, entre otras.

El anuncio de un nuevo degolladero trascendió como un hecho “sin precedentes” en la vida municipal de Hato Mayor del Rey, que siempre anheló contar con un matadero digno, que signifique la ciudad y lo aleje de la contaminación, además que sirva de ejemplo para una demarcación que repunta a nivel nacional como una de las que más produce carnes.

Abel Sosa, productor de carne, dijo que el matadero actual fue inaugurado en la gestión de Bartolo Jofi, en 1970. “Es un degolladero a la usanza antigua porque todo es a mano, desde que agarran el animal hasta todo su procesamiento”, indicó.

Sosa sostiene que un matadero moderno las personas muy poco manipulan la carne con las manos, ya que hasta lo sacrifican con corriente eléctrica para luego pasar por una máquina que hace las incisiones.

Refirió que a lo largo de los años el matadero municipal ha denunciado por la colectividad y los medios de comunicación por las condiciones ambientales y de salubridad adversas.

 “Siempre ha habido planes para construir un degolladero nuevo y hasta un dinero se aprobó. Sin embargo, no sabemos ni el lugar exacto de donde era que se iba a desarrollar la obra”, expresó el productor de carne.

INSTALACIONES PRECARIAS

Las instalaciones de estas áreas consumen la mayor cantidad de agua del matadero. La Guía para Buenas Prácticas Ambientales en Mercados y Mataderos Municipales establece que antes y después de las operaciones las paredes, el techo y el piso deben ser lavados profundamente, de ser posible, con agua caliente a presión o en su defecto con desinfectantes de tipo industrial.

Todo el procesamiento es manual y en contra de las normativas ambientales

Esto no se hace en el matadero de Hato Mayor, ya que se lava el área luego de terminar los procesos de degollamiento y extracción de carnes y viseras. No hay mesas adecuadas y por tanto tampoco hay equipos especializados porque todo es a mano.

No obstante, la guía refiere que este proceso debe hacerse con las mesas y equipos, pues esta área es la más sensible para la contaminación de la carne y los subproductos.