Romayra Morla /rmorla@editorabavaro.com
HIGÃ?EY. Luego de dos noches y tres dÃas, las niñas de tres años de edad que fueron raptadas el pasado martes aparecieron sanas y salvas, el jueves en la tarde, en un potrero de la Hacienda Santa MarÃa, propiedad de la familia Julián Valdez, ubicada en el kilómetro 1 de la carretera Higüey-La Otra Banda.
De acuerdo a la información suministrada por Elisayda Hernández RodrÃguez, madre de Steysy Charleny Morillo Hernández, una de las niñas raptadas, dijo que su hija le contó que mientras estaban secuestradas cuidaba a su prima Franyeli Dayri, también secuestrada, y que ésta estaba muy asustada.
Steysy le contó a su mamá que su primita no paraba de gritar: â??mi mai, mi maiâ?, a lo que ella respondÃa, â??muchacha, cállate, que nosotras vamos para donde tu mai ahoraâ?. Además, manifestó que su hija narró que dormÃan en la grama, que fueron a la playa y que el hombre que las secuestró le daba de comer mango y agua, pero que no fueron violadas sexualmente.
Las niñas tienen muchas picaduras de mosquito y cortaduras en los pies, porque andaban descalzas. Asimismo, la señora Hernández RodrÃguez aseguró, que â??de acuerdo al examen médico no presentan maltrato fÃsico; ellas están bien. Me siento bien ahora, porque llegué a pensar de todo en los dÃas que estuvieron desaparecidas, por si estarÃan bien, cómo dormirán; de todo penséâ?.
Expresó que después de esta experiencia amarga tomarán más precaución en el cuidado de sus hijos, y exhortó a los padres altagracianos a que protejan a sus niños, ya que son indefensos y no se pueden valer por sà mismos.
Al saber la noticia, los familiares entre lágrimas y sonrisas, se mostraban felices al ver a sus niñas sanas y salvas. Expresaban que â??gracias a Dios, a la PolicÃa y a la prensa aparecieron y están vivasâ?. También, un gran cúmulo de ciudadanos que daban seguimiento a este caso se apersonaron al hospital en busca de información.
Las madres de las niñas raptadas, de 20 y 23 años de edad, sólo se dedican al cuidado de los niños. José Morillo Medina, uno de los padres de las pequeñas, se desempeña como pasillero en un hotel, mientras que Franklin Severino trabaja en construcción.
Contradicciones
En una visita realizada por El Tiempo a la casa donde residen las niñas, se observó que ambas familias viven en una casa divida en dos habitaciones y un baño situado en la parte trasera de la residencia. Las hermanas Hernández junto a sus esposos e hijos, suman nueve personas residiendo en esta misma vivienda.
La abuela de las niñas, Daysi RodrÃguez Maldonados, dijo que el supuesto raptor habÃa ido hace dos meses a la casa. Sin embargo, Juanita Hernández, madre de una de las niñas, sostuvo que hacÃa un mes que el presunto secuestrador los habÃa visitado.
Mientras que en el informe de la PolicÃa Nacional se registra que cuando las hermanas Hernández presentaron la denuncia dijeron que el individuo que se llevó a las menores se presentó en la vivienda diciendo que tenÃa hambre, y que este les regaló RD$500.00 para que cocinara. Sin embargo, Juanita dijo a El Tiempo que no llegó a mediar palabras con ese sujeto.
Asimismo, manifestó que en el momento que el hombre se marchaba ella estaba lavándole la cabeza a su otra hija, y después se percató de que el raptor se llevaba a las niñas. Entonces, cuenta esta señora, ella salió detrás y vio cuando se montaron en un motor. Después llevó la voz de alarma a su hermana.
No obstante, Elisayda dijo que ese hombre compartió algunos tragos con Franklin Severino, padre de Franyeli, y les acompañaba un amigo apodado â??Caquitoâ?. Varias versiones encontradas sobre un mismo acontecimiento que aún es investigado por el Ministerio Público y la PolicÃa.
Dicrim
Según el informe preliminar de la PolicÃa Nacional, durante la investigación para dar con el paradero de las niñas raptadas se realizaron más de 40 allanamientos en diferentes lugares e interrogaron a ocho personas. Finalmente, las menores fueron localizadas en un potrero de una hacienda, tras una ardua labor de inteligencia llevada a cabo por agentes de la Dirección Central de Investigaciones (Dicrim).
Luego, las niñas fueron llevadas al hospital Nuestra Señora de La Altagracia para ser examinadas por una médica legista, ya que presentaban un cuadro de deshidratación.
Los organismos de seguridad mantienen la búsqueda permanente del supuesto raptor por todas las zonas periféricas de la provincia La Altagracia, ya que el individuo emprendió la huida y dejó a las niñas abandonas.
Con relación a las personas que estaban detenidas, luego que aparecieron las niñas la PolicÃa procedió a liberar a Franklin Severino y al tal Caquito, quienes estaban en prisión como sospechoso del secuestro o rapto de las dos niñas.
Por otro lado, el Departamento de Niños, Niñas y Adolescente de la FiscalÃa informó que les darán seguimiento a este caso, conjuntamente con el Consejo Nacional para la Niñez y la Adolescencia (Conani), quien tiene las informaciones necesarias para realizar una evaluación a la familia y dar un tratamiento psicológico en caso de que lo ameriten.
Al cierre de esta edición, las niñas se encontraban internas con fines de observación médica, en la sala 402 de la clÃnica doctor Virgilio Cedano. Las visitas estaban restringidas, por orden de la pediatra y la psicóloga que llevan el caso.
También, el vocero de la PolicÃa Nacional, Nelson Rosario, dijo que los investigadores de la institución presumen que una de las dos niñas habrÃa sido abusada sexualmente. â??Presumimos eso, pero estamos esperando los resultados de los exámenes que se les practican en un centro de saludâ?, sostuvo Rosario.
Sin embargo, este medio hizo contacto con la fiscal de menores, Rossio GarcÃa, para confirmar si las niñas fueron violadas, y dijo que las niñas no fueron abusadas.
El vocero policial informó que fueron enviados a La Altagracia varios equipos investigativos desde Santo Domingo, para reforzar las labores de búsqueda del hombre acusado de haber raptado a las dos infantes.
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