sábado, noviembre 23, 2024
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Tesoros ocultos de La Altagracia

HIG�EY, RD.-La provincia La Altagracia esconde magníficos tesoros o recursos turísticos sin explotar en varios puntos de sus municipios, desconocidos para muchos. En las tierras de esta hermosa provincia, específicamente en el municipio cabecera, Salvaleón de Higüey, se encuentran diversos tesoros turísticos ocultos, denominados por muchos como recursos con gran potencial, mismos que aún son vírgenes y desconocidos para muchos.

Dentro de estos, se encuentran algunos que han sido parte de la historia, como el Ingenio del río Sanate, templos religiosos, como la parroquia de San Dionisio, la basílica Nuestra Señora de La Altagracia, el Pozo de la Virgen y Las Tres Cruces. Y qué decir de su gastronomía local, que incluye los festivales de la leche y la yuca.

Museo Juan Ponce de León

El turismólogo Félix Vizcaíno dijo que Higüey tiene muchos atractivos turísticos, como son el Salto de Anamuya, la Laguna de Santa Clara y el Ingenio del río Sanate, cavernas con ríos subterráneos, la Montaña La Altagracia, en Hato de Mana, que puede ser explotada con un turismo ecológico, ríos y campos, entre otras. Argumentó que entre los atractivos turísticos culturales con los que cuenta la ciudad están la parroquia San Dionisio, la basílica Nuestra Señora de La Altagracia, el Pozo de la Virgen, Las Tres Cruces y el Bulevar, que aunque reciben turistas se les debe dar las condiciones.

â??Como se dice profesionalmente, hay que ponerlos en valor para que puedan recibir un flujo de turistas importantesâ?, indicó Vizcaíno. â??Ponerlos en valor quiere decir crearles vía de acceso al lugar, ponerles señalización turística, seguridad, iluminación, facilidades para que la pueda y se interese por él a visitar el lugarâ?, amplía el  experto en turismo. Manifestó que todavía no se puede hablar de esos lugares como atractivos turísticos turísticos, como son el Salto de Anamuya, la Laguna de Santa Clara y el Ingenio del río Sanate, cavernas con ríos subterráneos, la Montaña La Altagracia, en Hato de Mana, que puede ser explotada con un turismo ecológico, ríos y campos, entre otras.

Argumentó que entre los atractivos turísticos culturales con los que cuenta la ciudad están la parroquia San Dionisio, la basílica Nuestra Señora de La Altagracia, el Pozo de la Virgen, Las Tres Cruces y el Bulevar, que aunque reciben turistas se les debe dar las condiciones. â??Como se dice profesionalmente, hay que ponerlos en valor para que puedan recibir un flujo de turistas importantesâ?, indicó Vizcaíno.

â??Ponerlos en valor quiere decir crearles vía de acceso al lugar, ponerles señalización turística, seguridad,  iluminación, facilidades para que la pueda y se interese por él a visitar el lugarâ?, amplía el experto en turismo. Manifestó que todavía no se puede hablar de esos lugares como atractivos sino en términos de recursos, porque hay una diferencia entre recursos turísticos y atractivos turísticos.

â??Un recurso turístico es todo lo que tiene potencial para ser explotado en el futuro como un atractivo, eso quiere decir que el atractivo turístico es el recurso ya ha sido sometido a una transformación para hacer comercializable, es un ente que tiene las condiciones mínimas necesarias para poder recibir el turista y hacer uso de élâ?, apuntó Vizcaíno.

Argumentó que explotar estos lugares turísticamente significa hacerlos comercial, venderlos a los turistas como un producto, y que este pueda  adquirirlos, hacer un buen uso de él. Comentó que esto impactaría de manera positiva el municipio de Higüey, pues al convertir estos en un producto comercializable, generaría un movimiento económico significativo porque se a explotar y se va a vender, se va dar el caso de la oferta y la demanda, generando una gran cantidad de nuevos negocios y una amplia empleomanía.

TEMPLOS RELIGIOSOS

Parroquia San Dionisio

La parroquia San Dionisio, con más  de 500 años de historia, que se ha convertido en un santuario de dicha sociedad, por sí sola se le considera  una obra de arte y una reliquia digna  de admiración y veneración. La   construcción de este templo obedece a la arquitectura antigua; tiene estilos medievales, porque eran construidos de mampostería, es decir, de roca.

Esta parroquia está ubicada en  frente el Parque Central del municipio de Higüey, y es uno de los santuarios religiosos más antiguos de la región Este y cuna de la devoción mariana en el país; se erigió en parroquia en el 1512. Mientras que la basílica de Higüey  es un moderno santuario católico, es el santuario cristiano. Fue construida para reemplazar un antiguo santua rio, en donde apareció la Virgen de La Altagracia, en 1572.

 

PERDIDO EN EL TIEMPO

Más allá de los grandes y exuberantes hoteles, famosos por sus playas, hermosura natural, estructura arquitectónica y la calidad de su gente, en esta provincia hay lugares tan maravillosos  que parecen de otra época o de otro mundo. Tal es el caso de lo que cuenta la historia del municipio cabecera, Salvaleón de Higüey, a través del Ingenio del río Sanate, el cual habla de las vivencias en la época colonial mediante sus ruinas, que son corroídas por el tiempo y el abandono.

Unión del río Duey con el mar Caribe

El antropólogo e historiador Baldy Cabrera, dijo que el Ingenio del río Sanate es un her moso monumento. Fue uno de los ingenios azucareros de la época de la colonia de mayor engrandecimiento en la región Este. Indicó  fue es de vital importancia que el Estado reconstruya este monumento que se encuentra en ruinas, ya que este tiene mucho potencial como atractivo turístico, no solo para la provincia sino para el país y el mundo. Manifestó que ese recurso histórico  y otros más que hoy está en ruinas se están perdiendo en el espacio y en tiempo, lo que considera penoso y lamentable, mientras la mayoría de los países están rescatando sus monumentos para mostrarlos al mundo. Indicó que la historia narra que para tener un ingenio azucarero se necesita tener agua cerca, y que por eso se eligió ese lugar para construirlo. Cabrera dijo que esta era una moderna obra para la época.

 

ENCANTOS DE SAN RAFAEL Y BOCA DE YUMA

Vista de la bahía de Boca de Yuma

Visitar las comunidades de San Rafael del Yuma y Boca de Yuma es entrar a un atractivo turístico poco explotado. Pues, estos pueblos en sus entrañas bañan la vista del visitante, con su paisaje y esplendor.

En Yuma se encuentra el monumento junto a Juan Ponce de León, un lugar donde reposan reliquias de dicho personaje. Es un caserón de aspecto medieval,  rectangular, firme, de gruesos muros y teja roja, todo muy castellano. Juan Ponce de León fue un teniente gobernador de la provincia de Higüey, desde 1505 hasta 1508. Pasó su vida buscando la fuente de la eterna juventud, que según una leyenda se encontraba en la Florida. Así lo dio a conocer el administrador de dicho museo, Bienvenido Abreu.

Indicó que allí se conserva su casa y utensilios, además de la simulación de la fuente de la eterna juventud construida en el 2010. Continuando el recorrido, se llega hasta Boca de Yuma, donde la desembocadura del río Duey da la bienvenida a los forasteros. Las pequeñas yolas pesqueras desafían el mar Caribe e invitan a disfrutar la comunidad y su muelle que pasea entre las olas.

Este hermoso lugar cuenta con el atractivo del Hoyo Zumbador, y la Cueva de Berna, parte del Parque Nacional Cotubanamá, se encuentra entre las más grandes e importantes cuevas taínas del país debido a su alto número de petroglifos.  Jorge Monteagudo, presidente del Comité de Desarrollo del municipio de Boca de Yuma, explica que en esta cueva se puede descubrir el significado de este antiguo arte rupestre, el viaje se combina con un almuerzo frente al mar en Boca de Yuma.

Explicó que otro atractivo turístico que tiene dicha zona es el festival del marisco, la gastronomía, ya que ellos ofrecen el mejor pescado de la región y diversas variedades. Todos estos lugares son recursos de gran importancia para explotar diversos tipos de turismo en la provincia La Altagracia, puestos tienen características muy atractivas para el turismo de hoy, solo resta esperar que las autoridades se interesen en poner en valor las riquezas que le ha ofertado la madre naturaleza, la historia y tiempo a sus munícipes.