sábado, mayo 18, 2024
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La chica de los bolsillos rotos

Voces que transcienden: impacto de los Modelos de Naciones Unidas en el liderazgo

Shirley Santana

Era una tarde cualquiera en mi clase de Educación Artística, si bien recuerdo, me tocaba exponer. En un instante entran por la puerta dos jóvenes de cursos más altos, a decirnos que si nos interesaba formarnos para un Modelo de Naciones Unidas (MNU) que harían en varios meses en mi politécnico. Cuando escuché el término, me transporté varios años atrás, cuando entré al stand del Minerd en la Feria del Libro acompañada de mi padre y vi un vídeo de jovencitos vestidos de saco y corbata, hablando parecido a presidentes que había visto en las noticias. Se les notaba en las expresiones corporales, lo apasionado que estaban de estar ahí y ser escuchados, tenían algo importante que decir.

Al preguntar, me dijeron que era solo para estudiantes de bachillerato, y me disgustó aún no estar en la educación secundaria para ser parte. Esa memoria de 5 segundos me hizo levantar las manos e inscribirme de una. Mi profe, me miró y me dijo que se lo esperaba porque “yo siempre estaba en todas”.

Yo tenía 15 años, pasé por las capacitaciones y descubrí lo que quería hacer por el resto de mi vida: una economista enfocada en temas de desarrollo social, con énfasis en la educación, innovación, poblaciones vulnerables y romper el ciclo generacional de la pobreza. Una experiencia compartida con los miles de egresados de este programa. Un evento que transformó todo lo que soy, inició con una pregunta de dos desconocidas en una clase.

Para los que no saben, el MNU es un programa educativo bien establecido en todo el mundo, que ofrece una amplia gama de oportunidades de aprendizaje práctico y académico en los ámbitos del liderazgo, la diplomacia, la negociación y la creación de consenso. A través de una simulación MNU permite a los estudiantes investigar problemas globales reales; aprender algo de los entresijos de la diplomacia global; y construir proyectos prácticos y soluciones realistas a los problemas que objeto de debate.

La República Dominicana, ha sido el escenario perfecto para que jóvenes desarrollen habilidades y aprendan mientras hacen. Identifiquen en ellos mismos el poder de ser mejores y crear un entorno que sea sostenible, un modelo a la vez.

Este espacio desarrolla un liderazgo que es forjado en el trabajo interno y en equipo, que se traspasa a todas las esferas de la vida académica, profesional y personal. Un liderazgo que potencializa voces que transcienden y lideran espacios para los jóvenes de todos los estratos sociales. Un liderazgo que saca de las simulaciones, soluciones a los problemas de nuestros días, para nuestras comunidades.

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