Desafío del turismo para 2024: pasos para la sostenibilidad en RD
El desafío del turismo para 2024 en República Dominicana es considerable. En la era postpandemia, el enfoque debe ir más allá de la consolidación de logros; se trata de trazar un camino firme hacia un crecimiento sostenible.
Ante los desafíos y oportunidades surgidos del covid-19, el país, como receptor de turismo y constructor de puentes culturales, enfrenta la tarea imperativa de redefinir su modelo operativo para garantizar la sustentabilidad
La importancia vital del turismo para la economía local y global exige no solo la recuperación de la pandemia, sino también la asimilación de procesos orientados hacia la sostenibilidad.
La urgencia se manifiesta en la necesidad de abordar los efectos adversos del desarrollo del turismo de sol y playa. Evaluar y ajustar según el escenario internacional, capitalizar innovaciones y tecnología son pasos esenciales para anticiparse a las cambiantes demandas de viajeros conscientes del entorno y la salud.
Mantener protocolos de salud robustos es crucial, no solo como sistema reactivo sino como preventivo y operativo. Esto refuerza la posición del destino como seguro, aumentando la confianza en los mercados emisivos. La seguridad vial, un aspecto a menudo subestimado, debe ser parte integral de la estrategia para el 2024.
La reinvención de destinos, evitando la sobreexplotación y promoviendo opmás allá de los tradicionales, es clave. La gestión efectiva de crisis, basada en operaciones turísticas eficientes, es imperativa frente a factores externos incontrolables como el Cambio Climático.
La gestión del recurso hídrico y la expansión del mercado inmobiliario deben abordarse dentro de planes de desarrollo sostenible. Aunque se espera un enfoque economicista en 2024, que se destaque en los medios de comunicación como de interés, la inversión pública en las zonas, los nuevos servicios turísticos y la promoción de destinos nacionales deben ir de la mano con políticas públicas que fomenten la sostenibilidad.
La responsabilidad recae en la implementación de prácticas ecológicas, la promoción del ecoturismo y el compromiso con acuerdos globales como los del COP28. El crecimiento sostenible implica ajustar estrategias según análisis de turistas, merde procesos operativos agregan valor y confianza al destino. La participación de la comunidad, respaldada por herramientas como el Plan Nacional de Ordenamiento Territorial, de la mano de la Ley 362-22, es fundamental para el desarrollo equitativo. En el ámbito del desarrollo profesional y tecnológico, mejorar la oferta de profesionales y mejor aprovechamiento de la conectividad aérea y telecomunicación, alientan el paso. Diversificar la oferta turística, incluyendo segmentos como el turismo accesible, abre oportunidades para atraer una gama más amplia de viajeros.
La legislación turística debe adaptarse, y en 2024, se espera que los representantes de las provincias turísticas impulsen nuevas disposiciones legales para afianzar prácticas sostenibles.
La resiliencia y adaptación al Cambio Climático, alineadas con acuerdos globales, son esenciales para garantizar el futuro sostenible. En definitiva, el turismo dominicano para 2024 no solo enfrenta desafíos inmediatos, sino que tiene la oportunidad de sentar las bases para un futuro sostenible y transformador. cado y tendencias. La certificación, tanto socioeconómica como ambiental, y la estandarización.