Desarrollo sostenible a través del ordenamiento territorial en Verón-Punta Cana (2/2)
La reciente preocupación manifestada por el presidente Luis Abinader, como respuesta en La Semanal de los lunes en el Palacio, por un lado, y, por otro lado, alertas hechas por otros sectores sobre esta problemática, en conjunto, manda a buscar medidas hasta tanto se tengo un plan que responda al sector agua dentro del Programa de Saneamiento Universal de Ciudades Turísticas y Costeras condición que tiene este distrito.
En ese escenario, la Ley de Ordenamiento Territorial, Uso de Suelo y Asentamientos Humanos y la Ley Orgánica de Regiones Únicas de Planificación, promulgadas en diciembre de 2022, serían instrumentos legislativos esenciales.
Dichas leyes no solo establecen un marco regulatorio para el uso sostenible del suelo y la asignación de recursos, sino que también buscan abordar desequilibrios territoriales y garantizar la calidad de vida de la población. En la medida que el programa de saneamiento universal de ciudades turísticas y costeras por parte del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA) tenga respuestas o planes, es imperativo concientizar sobre la racionalización del uso del agua en estas localidades turísticas, implementar mientras que contravenga esa realidad.
Puesto que este programa pretende mejorar las condiciones ambientales y de salud de los habitantes, tenga acceso a servicios de saneamiento, mayor cobertura, la gestión del servicio, el cuerpo de legisladores de La Altagracia podría impulsar formas para que esta localidad sea incluida dentro de este programa. El rol fundamental de los Ayuntamientos, como contraparte del gobierno nacional, adquiere una relevancia destacada en este escenario.
La dirección de este distrito municipal ha emprendido medidas significativas, como la formulación de disposiciones, coordinación de esfuerzos, creación de organismos y asignación de recursos, aspectos que se vislumbran como prometedores y llenos de esperanza. Estas manifestaciones evidencian una inclinación clara y respaldan de alguna manera la necesidad de una intervención urgente, efectiva y coordinada.
No obstante, la participación activa de la ciudadanía se convierte en un pilar esencial para garantizar que las necesidades y aspiraciones de la comunidad se reflejen de manera adecuada en el proceso de planificación. De modo que, el desarrollo sostenible de Verón-Punta Cana requiere demanda que sea integral y urgente. El Plan de Ordenamiento Territorial, respaldado por otras legislaciones y los deseos y voluntades expresadas y matizada por la voluntad política, y por su importancia como herramienta para abordar desafíos derivados del rápido crecimiento turístico e inmobiliario, ratifican el interés colectivo.
Ahora bien, esta intervención debe ser adaptada a partir de su realidad geográfica y social, como la de priorizar el acceso al agua y saneamiento, la preservación ambiental y la participación ciudadana. Así como, la aplicación efectiva de estas medidas no solo para certificar la supervivencia de esta región, sino que también sentará las bases para un desarrollo equitativo y sostenible de Verón-Punta Cana.
