viernes, julio 26, 2024
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Isaac Báez: “El Espíritu Santo puso en mí la pasión y amor por exaltar a Dios”

Génesis Pache / gpache@editorabavaro.com

HIGÜEY. Isaac Báez es un ministro, adorador, salmista y músico oriundo de este municipio. Ha dedicado su vida a cantarle a Dios, desde que era un niño, y eso ha hecho toda su vida, llevando así su música por distintas provincias del país y a otras naciones de América.

Ha grabado tres discos, producciones todas de su autoría. El primero de ellos fue “Solo confía”, que lo grabó en el año 2000. El segundo es “Adicto a tu presencia”, grabado en el 2005, y el más reciente fue en el 2015, “Expandiendo vidas”, el cual se encuentra promocionando actualmente.

Báez recuerda que canta desde la edad de cinco años, porque sus padres lo llevaban a la Iglesia y allí escuchaba los cánticos de los hermanos. Sus progenitores siempre adoraban con el Himnario de Gloria, en las mañanas en el hogar, por lo que él les escuchaba.

“Cuando me llevaban a la Iglesia, me daban algunas participaciones a muy temprana edad. Tenía como seis o siete años, y me daban el micrófono. Y a pesar de mi timidez, a mí me gustaba muchísimo cantar”, asegura Báez.

El momento crucial de su vida en la fe cristiana se dio a los 14 años, cuando decide ser evangélico, no porque sus padres lo llevaran a la Iglesia, sino porque sentía serlo. Su motivación por el canto fue y es Dios.

“El Espíritu Santo puso en mí una pasión y un amor por exaltar el nombre de Dios”, señala. Este adorador y salmista compone sus temas musicales y hace sus propios arreglos. Empezó a componer desde los trece años. De hecho, compone para otros intérpretes.

Mi papá fue la persona que me motivó e inspiró, porque siempre vi en él la pasión y la determinación para predicar la palabra”, Isaac Báez.

En la actualidad, está trabajando unas cuatro producciones de otros artistas, como arreglista. Báez ha hecho los arreglos de sus tres producciones. Desde muy joven, este artista se interesó por el piano. Con el tiempo, se convirtió también en pianista profesional, instrumento que estudió en el Conservatorio Nacional de Música (CNM). Describe esta faceta de su vida como su profesión y lo que ama hacer.

“Cantar y tocar piano es lo que mejor sé hacer”, indica. Como instrumentos secundarios toca guitarra, bajo, y hasta tambora y güira. A la hora de componer sus canciones se ha inspirado en el amor y en describir historias reales, pero su principal fuente es la de exaltar a Dios. Dijo que se encuentra trabajando en crear las adoraciones verticales, que buscan exaltar a Jesús y hablar del Espíritu Santo. Báez tiene alrededor de 200 canciones escritas, pese a que no todas las ha grabado. Solo tiene 34 grabadas, en sus tres producciones musicales.

Expandiendo vidas

Expandiendo Vidas es el nombre de la tercera producción de Isaac Báez, la que describe como “una petición y un sueño hecho realidad de grabarlo en vivo. Este disco el Señor nos lo entregó recientemente”, dijo.

El álbum fue grabado en vivo, porque ya está acostumbrado a cantar de esta forma y a sentir el calor, euforia, aplausos y alabanza de la gente. Tenía el sueño de hacer la producción completa en vivo, y así lo hizo.

Su tema “Visítanos”, que es el sencillo promocional de este disco, ha sido un éxito en países como Costa Rica y Colombia. Otro tema de su producción muy escuchado en el país es “Está hecho”.

“Este proyecto, Expandiendo Vidas, ha marcado en nuestro ministerio el antes y el después”, asegura. El disco de Isaac Báez, al igual que su ministerio, se llama Expandiendo Vidas, porque a través de su música él se encuentra impartiendo una serie de talleres de canto y piano a adolescentes.

Señala que hace este tipo de obras, porque cree en esta generación que viene después de él, que pueden ser buenos cantantes y buenos músicos. Báez se encuentra impartiendo unos 14 talleres por diversas congregaciones.

De todas las canciones que ha compuesto, su preferida es “Visítanos”, el sencillo que promociona. Cuando se dirige a un estudio a grabar una de sus adoraciones, es porque ya sintió la canción, confiesa. Se identifica con “Visítanos”, porque es lo que le gusta hacer en el altar: “Provocar e invitar al Espíritu Santo a que ministre nuestras vidas”.

Su música lo ha llevado a países como Colombia, Costa Rica, Puerto Rico y Estados Unidos. Testimonios como evangélico, tiene muchos, ya que Dios ha trabajado en su vida y ha estado cuando Báez lo ha necesitado. Su principal testimonio, asegura, es el hecho de que Dios es real, cambia vidas y que en los momentos más difíciles de las vidas, donde se piensa que ya no hay alternativas. Él aparece y hace un milagro.

“Dios es real, y lo digo por convicción; no por emoción. Ya yo lo he vivido. Creo en un Dios que sana, salva y liberta”, dice.

Su mentor

Para este salmista, la persona que ha representado y marcado su vida de forma especial, es su padre, Balbino Báez, quien falleció hace dos años. Su progenitor lo llevaba, desde la edad de cinco años, a las campañas evangelísticas en las que le correspondía predicar.

Su padre era un evangelista predicador; estuvo desempeñando esta función por más de 30 años. Llevaba la palabra a cada rincón de la provincia La Altagracia, y en ocasiones hasta Santo Domingo.

Isaac Báez era quien hacia la introducción, y previo a la prédica de su padre le cantaba una adoración. Siente que eso le ayudó mucho y puso en él la pasión en cuanto a la fe y al ministerio. “Mi papá fue la persona que me motivó e inspiró, porque siempre vi en él la pasión y determinación para predicar la palabra”, precisa.