“La cárcel preventiva de Higüey es un medio de cultivo de enfermedades dérmicas, de vías respiratorias y gastrointestinales”.
Rossanna Figueroa
rfigueroa@editorabavaro.com
HIGÜEY. Mirar los ojos de Radhamés Díaz, Regino Francisco, Ariel Ávila Núñez, César Antonio Rosario, Mario Tejada, todos postrados en una sala para hombres del Hospital Nuestra Señora de la Altagracia, denuncia el trato inmisericorde y deshumanizado que viven en la cárcel preventiva de esta ciudad.
Acusados de diversos delitos, cumplen medidas de coerción en condiciones infrahumanas, que los ha llevado a ser pacientes por deshidratación, vómitos, diarrea y enfermedades cutáneas, fruto de la insalubridad y el hacinamiento que hay en esa prisión, que según ellos relatan, conviven más de 300 reclusos.
El Tiempo conversó con el director del centro de salud estatal, Héctor Rincón, quien manifestó que cinco de los reos son atendidos por desnutrición, cuadro de diarrea aguda, uno por un impacto de bala y otro por infección cutánea.
“No están en condiciones delicadas ni sus vidas corren peligro. Todos han ido evolucionando de manera satisfactoria, incluyendo el paciente que tiene la piel infectada”, expresó.
A seguidas agregó, “los estudios que se les han hecho corresponden a cuadros de amebiasis y parasitosis.
Ninguno ha sido confirmado con cólera. Ahora bien, nosotros a todo paciente que viene con cuadro diarreico, de primera intención lo manejamos como si fuera un paciente con cólera”.
PIDE EL CIERRE DE LA PREVENTIVA
El director provincial de Salud Pública, Jaime Rodríguez, manifestó que la cárcel preventiva de Higüey es un medio de cultivo de enfermedades dérmicas, de vías respiratorias y gastrointestinales, ya que no hay agua potable, ventilación y mucho menos manejo de las heces fecales, convirtiéndose en una situación difícil de controlar.
Consideró que la Preventiva de Higüey no debería funcionar hasta que no se creen las condiciones mínimas de higiene, con la creación de retretes, agua potable y mejorar la alimentación de los detenidos.
“No hay forma de prevenir las enfermedades donde hay un espacio creado para 20 hombres y albergan 180, es imposible”, explicó Rodríguez, al tiempo de recomendar el cierre de la cárcel preventiva o crear las condiciones necesarias para albergar seres humanos privados de su libertad.
“Mientras eso no suceda, continuarán ingresando detenidos al hospital público Nuestra Señora de La Altagracia”, puntualizó.
DERECHOS HUMANOS
La comisión de los Derechos Humanos de esta ciudad, realizó un vigilia con velas encendidas frente a la cárcel preventiva, en demanda de que el recinto carcelario sea clausurado.
A la protesta se unieron organizaciones como juntas de vecinos, el Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP), la Asociación de Locutores, entre otros, reclamando que la estructura que alberga a presos preventivos sea destruida, debido a la cantidad de reclusos que allí enferman y mueren, por los niveles de insalubridad y hacinamiento que se genera en el recinto.
Luis Mercedes, representante de los Derechos Humanos en Higüey, explicó que cuenta con un reporte que indica que en la actualidad existen unos 60 reclusos afectados con cuadros diarreicos, deshidratación, así como afecciones cutáneas.
Clamó al presidente Danilo Medina para de de inmediato ordene la destrucción de las celdas que albergan la cárcel preventiva de este municipio.
TESTIMONIOS
RADHAMÉS DÍAZ
Tiene 46 años y contrajo una enfermedad en la piel, en la cárcel preventiva de Higüey. Es de Puerto Plata pero desde hace 14 años reside en Verón, en el sector de Villa Playwood. Relató que desde que ingresó a la cárcel, hace poco más de un mes, comenzó a sentir que le salían unas bolitas en el cuerpo que les picaban mucho, y que en sólo unos días se convirtieron en llagas tan grandes que no puede comer ni dormir por el dolor y la picazón.
MARIO TEJADA
Con 22 años de edad, está preso acusado por la compra y venta de unos teléfonos supuestamente robados. Dijo que le pusieron tres meses de prisión preventiva, de los cuales el día nueve de febrero cumplirá un mes. Sostuvo que llegó en excelentes condiciones a la cárcel preventiva, pero que su salud ha empeorado mucho y ha enflaquecido demasiado por la deshidratación.
Es de Santiago, pero estaba residiendo en Verón, específicamente en Villa Playwood desde hacía un mes. Denunció que en la cárcel los presos corren un grave riesgo de salud por lo que necesitan ayuda, porque las celdas no son suficientes, ya que donde caben 30 presos meten 80 y “allí no se puede estar”.
ARIEL ÁVILA NÚÑEZ
Es higüeyano, residente en La Malena y relata que está preso por problemas de mujeres. Tiene 32 años y de acuerdo con las informaciones suministradas por el personal del hospital ha caído preso en innumerables ocasiones. Dijo que lleva preso un año y 5 meses, aunque según él cuenta con una orden de libertad desde hace 5 meses. Ávila presenta un cuadro clínico asociado a la ameba.
REGINO FRANCISCO
Con 20 años de edad, este ciudadano haitiano guarda prisión desde hace dos meses, acusado de violación sexual. Reside en un batey de La Romana y lleva aproximadamente un año que emigró a República Dominicana.
Su cuadro clínico es de vómitos, diarrea, mareos y deshidratación.
OTRO TESTIMONIO
Otro recluso que pidió reservas de su nombre, dijo que es oriundo de La Romana y reside en Verón, donde lo apresaron, y relató que el día cuatro de diciembre fue arrestado, por posesión de drogas, pero según él no lo agarraron con nada en la mano, y le cantaron tres meses de medida de coerción. Dijo que está deshidratado por estar bebiendo agua mala, y sin recursos para comer bien.
CÉSAR ANTONIO ROSARIO
Tiene 45 años de edad y está preso acusado de un robo en Bávaro, que asegura no cometió. Dijo que es empleado de la Junta Distrital Verón-Punta Cana. Reside en Mata Mosquito y contó que cayó preso el 27 de diciembre y le impusieron 3 meses como medida de coerción. Está interno por presentar un cuadro de diarrea y deshidratación.