Robert Antonio
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HIGÜEY. Las heces fecales que generan aproximadamente 100 mil personas en Higüey, seguirán cayendo directamente al río Yuma, hasta tanto el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), repare la abandonada planta de tratamiento de aguas residuales, como prometió su director.
El ingeniero Alberto Holguín confesó en diciembre pasado, que el gobierno del presidente Danilo Medina no tiene en agenda la construcción del alcantarillado sanitario para este municipio, aunque admitió que se necesitan por lo menos dos plantas más de aguas residuales.
“La situación del alcantarillado sanitario de Higüey urge, sobre todo cuando el acueducto esté funcionando de manera normal. Vamos a tener 10 millones de galones de agua corriendo por el municipio, y esa agua debe ser colectada y tratada”, explicó.
En la actualidad, la planta de tratamiento sólo cubre entre un 15 y un 20% de los hogares de Higüey. Además, debido a su colapso, solamente trabaja a un 10% de su capacidad, por lo que los desechos que salen de ella son vertidos al río sin haber recibido ningún tipo de tratamiento.
José Remedios González, quien ocupa ese cargo por segunda vez, admite que en el viejo sistema de aguas residuales se lo han robado todo: La verja perimetral, los motores y hasta los postes del tendido eléctrico, lo que no pueden impedir dos empleados que vigilan el lugar.
El director de operaciones de INAPA en Higüey recordó que hace unos cuatro años se presupuestó la reparación de la planta de aguas residuales en casi 40 millones de pesos, pero el proyecto no se concretizó.
Denunció que la situación del drenaje pluvial de Higüey está peor, porque el ayuntamiento municipal le conecta en algunos lugares el drenaje pluvial, lo que en tiempos de lluvia provoca el desborde de las alcantarillas.
El sistema de alcantarillado sanitario de Higüey fue construido en el 1973, en el gobierno de Joaquín Balaguer, pero se fue agotando por la falta de mantenimiento y en 1998 terminó de colapsar con los efectos del huracán Georges.
Para Yoni Espinal, periodista y político de San Rafael del Yuma, la situación de contaminación que afecta al Río Yuma y las comunidades aguas abajo, es producto de la irresponsabilidad de las autoridades.
“Ellos saben que desde que se levantan y descargan sus inodoros, están mandando desperdicios para Boca de Yuma, pero se hacen de la vista gorda”, sostuvo.
Explicó que cuando hay crecidas de los ríos Duey, Quisibaní y Yuma, los habitantes de más de 10 sectores limpian sus patios, tirando la basura al río, quitándoles a los yumeros su río, por los altos niveles contaminación.
Yoni Espinal define el alcantarillado de la ciudad como el correo entre Yuma e Higüey, ya que todo el que descarga un inodoro en su casa está enviando todas las heces fecales para San Rafael de Yuma y Boca de Yuma.
El comunicador aseguró que el embarcadero de Boca de Yuma, La Playita y El Hoyo del Zumbador, están llenos de basura, pero que la cantidad no es mayor por los constantes operativos que realizan junto al encargado del distrito de Boca de Yuma, Rafael Eusebio (Fen).
Más problemas
La falta de cobertura para la población y los graves problemas de contaminación que provocan las plantas de aguas residuales de Higüey, se le agrega la invasión de los terrenos donde está ubicada.
En los alrededores de la estación fueron construidas cientos de casuchas, en donde habitan familias que ahora reclaman que la planta sea movida del lugar porque les afecta.
La falta de vigilancia de las autoridades y la no planificación de la ciudad, hizo que terrenos adyacentes también fueran vendidos por particulares, dejando la planta en medio de una comunidad, en donde existe ya hasta un play para jugar béisbol.