PUNTA CANA. Hoy se conmemora el Día Internacional de las personas con Síndrome de Down. Este es un trastorno cromosómico que también es conocido como trisomía 21. Según estudios realizados es causado por la presencia de un cromosoma 21 adicional y da lugar a discapacidad intelectual y anomalías físicas.
Este medio contactó a Mayra Alejandra Guzmán, licenciada en terapia ocupacional del Centro de Diversidad Infantil Puntacana (CEDI), quien dijo que hay muchos mitos y teorías sobre la circunstancia en la que puede nacer un niño cuando la madre pasa de cierta edad. Confirmó que es cierto que la condición del niño tiene que ver mucho con la edad de los padres, esto en caso de ser muy mayores y que no solamente es causado por la madre como se afirma.
Explica que este trastorno se da de forma espontánea, ya que los seres humanos tenemos 46 cromosomas, 23 pares, en el par 21 hay un cromosoma extra, que es lo que produce este síndrome. Asegura que en jóvenes no se dan tanto los casos, por eso la edad recomendable para una mujer concebir según cita es entre los 23 hasta los 32 años de edad.
La especialista indica que con estos niños se trabaja desde que nacen, porque hay muchas habilidades que se deben desarrollar, debido a que presentan dificultad en la motricidad fina, esta es para agarrar cosas pequeñas, porque la mayoría tienen sus manos más gorditas que las demás personas y se les hace difícil sostener cualquier objeto.
También la destreza motora gruesa, esta consiste en saltar, caminar, tener equilibrio y la coordinación. De igual modo, se debe estimular el gateo, el habla, el área cognitiva, relación entre una cosa y otra, ya que en la mayoría de los casos el aprendizaje de ellos es lento, porque presentan discapacidad intelectual.
Aunque afirma que cada persona es única, y tiene su tiempo para aprender a ser autosuficientes, por lo regular si hay una intervención desde temprana edad y continua con las terapias, estos se pueden desarrollar y adquirir las habilidades necesarias de forma rápida.
TERAPIAS QUE TRABAJAN
Guzmán precisa que trabajan las actividades básicas de la vida diaria como, bañarse, vestirse, cepillarse, ponerse las medias, amarrar los cordones, entre otras actividades del día a día.
“Vamos trabajando, aparte de las habilidades desde cero, a medida que el niño va cumpliendo etapas, vamos trabajando cada etapa, de las citadas anteriormente”, manifiesta.
Posteriormente, llega el momento de trabajar las actividades instrumentales de la vida diaria, que es el cuidado de ellos mismos, por ejemplo, aprender a tomarse sus medicamentos, ir al super mercado, manejar dinero, poder cuidar de otros y se puede trabajar en este caso con una mascota que le compren para que aprenda a darle los cuidados necesarios y más adelante pueda hacerlo, incluso con una persona.
“Pueden tener una vida totalmente independiente, incluso hasta trabajar si se le da la atención requerida en el tiempo recomendado”, asegura Guzmán.
En el CEDI trabajan con niños desde cero hasta 15 años, tienen estimulación temprana y terapia ocupacional. Trabajan también la reinserción laboral y social, en el caso de que lleguen al centro siendo mayores de edad, se hace un estudio en el lugar que posiblemente pueda trabajar, se le orienta a la persona que será su superior para que pueda manejar la situación y saber que es un niño con condición que deben tener un poco de tolerancia, pero que, de igual modo, puede cumplir con sus responsabilidades como cualquier otra persona.
