domingo, noviembre 24, 2024
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Confinados al distanciamiento social obligatorio

Higüey. – El distanciamiento social, producto de lo establecido por el Estado ante la circulación del covid-19 en el país, y por ende, en la provincia La Altagracia, ha transformado de raíz el estilo de vida y la convivencia de la población en el municipio de Higüey. Todo esto ha sido inesperado, tan increíblemente rápido, de golpe y porrazo; este virus ha forzado al encierro, ha alterado los lazos de armonía social y ha privado hasta la comunicación próxima y directa entre los ciudadanos. Las calles de los distintos barrios y sectores están desiertas, muestran un ambiente de soledad absoluto, un aislamiento implacable, un silencio sepulcral, se ven sombrías a pesar del candente sol que jamás las abandona. Así pasan prácticamente todo el día, salvo con algunas excepciones que algún vehículo de cuatro o dos gomas, decide romper por algunos minutos aquella atmósfera de paz obligatoria. Día tras días, aunque entre en efecto el toque de queda a las 5:00 de la tarde hasta las 6:00 de la mañana, se vuelve a repetir el mismo panorama. El escaso ruido se vuelve absoluto, pues los vecinos están resguardados dentro de sus viviendas, con las puertas cerradas, mientras en las cuatro paredes se vive un ambiente de incertidumbre, de fluctuación de emociones, de intranquilidad, de miedo, de desesperación. Pero siempre surge la esperanza y un hálito de consuelo apoyado de fe, una mirada puesta Dios omnipresente y con una comunicación constante a través de la oración, pues en subconsciente saben que el coronavirus está deambulando por la población para atacar a truncar vidas. …En los vecindarios Francisco Guerrero, quien vive en el centro de la ciudad, dijo que esta etapa de cuarentena la población la ha vivido de manera aceptable, cumpliendo con las disposiciones del Gobierno y tratando de ser optimista. Manifestó que otro aspecto es que se está en un limbo; nadie sabe cuándo terminará esta situación y se regresará a la normalidad. â??La desesperanza ha sido elevada, debido a la pérdida de empleos o suspensión del contrato de trabajo y, por tanto, cese de salarioâ?, apuntó Guerrero. Aseveró que el distanciamiento social ha transformado el estilo de vida. â??Lo que se está viviendo en esta etapa, quedaremos marcados por las consecuencias de la inactividad económica, por el cierre de los comercios, la suspensión de la docencia a todos los niveles, la falta de libre tránsito y las prohibiciones que impiden el regreso a las actividades físicas fuera de los hogaresâ?, añade Guerrero. Explicó que el ambiente que se vive es de recogimiento absoluto y de mucha comunicación vía redes sociales. Entiende que perciben en el ambiente la idea de que luego de Semana Santa se terminará la cuarentena. â??La cuarentena no termina al finalizar Semana Santa. Por ahora, no regresará la vida que teníamos. El presidente Danilo Medina decidirá cómo seguirá esto, pero es posible que nos impongan más controles de horario con el toque de quedaâ?, sustentó Guerrero. De su lado, Livio Mariano, indicó que la pandemia del coronavirus ha cambiado marcadamente el estilo de vida del barrio de Savica, de Higüey; y que mucha gente no tiene para comer y deben salir a las calles a ganarse el sustento de sus familias. Expresó que por esa situación la gente permanece en cuarentena, y son pocos los que salen a las calles. â??Entre las 5:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana, han sido pocos los detenidos de este barrio; más bien han sido de otros sectores vecinosâ?, apunta Mariano. Rafaela Báez, quien vive en el sector de Nazaret, comentó que la mayoría de las personas han acatado las reglas para evitar el contagio, pero hay otros que sin importar la hora están en una esquina haciendo cuentos. Cuando escuchan que viene la policía, se esconden y luego salen otra vez. Considera que no hay forma de que la gente entienda la realidad de esta situación. Afirmó que el ambiente se siente más tranquilo, aunque la mayoría con pánico de salir de sus casas, por miedo a ser contagiados, y que ya los niños no juegan en las aceras, pues los padres no los dejan, por las mismas razones. Adalgisa Payano, residente de El Cerro, señaló que el sector, que es uno de los más grandes de Higüey, ha asumido esta situación con mucha responsabilidad, aunque las autoridades no les han proporcionado los subsidios para afrontar la magnitud de esta crisis sanitaria. Antes tenían un modo de vida normal, pero después que el presidente Danilo Medina, mediante decretó dispuso el toque de queda, muy pocos salen de sus casas, a pesar de la realidad de muchas personas que no poseen los recursos para cumplir por completo con las medidas estipuladas. En todo el mundo El sociólogo Wilson Castillo comentó que esta pandemia le ha cambiado las formas de vida a todo el mundo, no sólo a los dominicanos. â??La rutina diaria de trabajo, educación, ocio, consumo, diversión, hemos pasados a vivir en el aislamiento, conectados por las redes y los medios de comunicaciónâ?, sostiene Castillo. [caption id="attachment_49300" align="alignleft" width="392"] Suply de productos de bellezas permanecen cerrados ante el confinamiento por el covid-19.[/caption] Aseveró que en cierta medida esta pandemia ha advertido de la fragilidad de la condición humana, ya que no sólo ha cambiado las formas de relación con los otros, sino la forma de pensarnos a nosotros mismos, lo que ha producido y seguirá desarrollando nuevas formas de experiencia religiosa también, pero en este caso montada en la tecnología de la información y la comunicación. â??Quizás lo más importante de todo estos son las consecuencias que se avecinan; estamos frente a una crisis mundial, no sólo económica sino también política, social y culturalâ?, considera el sociólogo. Declaró que se ha producido un incremento del miedo, de la incertidumbre, que podría dar pasos a forma de ejercicio político autoritario, reduciendo las capacidades de organizarse y de protestar. Expuso que estamos al inicio del cambio de un nuevo modelo económico, donde se prevé el fin del neoliberalismo y el auge del Estatismo, es decir, que a partir de ahora el Estado, a través del Gobierno, será el motor de las políticas económicas y no el mercado. â??En término personal, creo que se van a producir cambios culturales importantes. Un crecimiento de la religiosidad popular, nuevas formas de vida religiosa apoyada en la tecnología de la información y las redes sociales, una especie de tecno-cultura religiosaâ?, concluyó Castillo. Convivencia La psicóloga Carmen Peguero comentó que el ritmo de vida que se llevaba anteriormente es completamente diferente a lo que se está viviendo ahora, porque muchas parejas trabajan y se veían en las noches. Dijo que para algunas personas que tengan problemas de convivencia, puede ser un poco difícil, pero pueden adaptarse, porque todo radica en la formación y en los principios de cada hogar. â??Hay familias que disfrutan su tiempo libre juntos, y los que en algunos casos no lo hacen, es porque están enfrentando alguna situaciónâ?, señaló Peguero. Exteriorizó que para tener una buena convivencia en hogar, sobre todo en este tiempo, es aconsejable la correcta comunicación, el respeto, mantener buena higiene, ser tolerante, y tener claro que la familia es la base de todo, que el virus se va, pero la familia queda y que no se deben dejar marcar por una situación.]]>