viernes, mayo 3, 2024

María Herrera / mherrera@editorabavaro.com

LA ROMANA. Nació en La Romana un 29 de septiembre; es hija del artista plástico Teódulo Silfa Cassó y de la señora Lurdes Arredondo. Estudió Medicina en la Universidad Central del Este (UCE) y trabajó en Auditoría Médica. En el 2010 fue asistente de atención primaria, y en el 2011 coordinadora de zona.

Actualmente, es la directora del hospital Francisco A. Gonzalvo de esta ciudad. Ella es Jael Silfa Arredondo, quien cuenta que de niña siempre fue bien â??embromonaâ?, y le gustaba mucho andar, comer y estar en todas las actividades. â??En la escuela, en la Iglesia, si había una competencia, yo estaba. Nadie me ganaba los campamentos todos los años; yo estaba en toda adelante. Empecé a jugar volibol y futbol también, y lo dejé, porque es que las pelotas daban duro, y después jugaba todos los juegos de muchachos, como la planchaâ?, recordó.

También habló de sus sueños de infancia. â??Bueno, hay uno que no me gusta decirlo, porque quiero decirlo cuando ya lo vea hecho. Pero yo quería ser médico; nunca tuve preferencia por alguna especialidad, porque a mí lo que me gusta es el servicio; el contacto con la gente. Yo quería ser médico y punto; y eso soy. También me gustaba la clase de niños en la Iglesia; ahora no estoy, porque estoy haciendo una maestría los sábadosâ?, expresó.

Esta joven directora del principal hospital público de esta ciudad contó además que tuvo una adolescencia normal, andaba mucho e iba a todos los conciertos; que compartía mucho con la familia. Confesó que ni siquiera tuvo novio hasta no cumplir los 18 años, porque lo de ella era pasear y pasarla bien.

Al preguntarle cómo es ahora, dijo: â??Un poco más reservada; antes era más extrovertida. Aunque la vida te va enseñando a darle pausa a algunas cosas, no hay que estar en todas. Alegre; trato de mantener un motivo para sonreír; sacarle las cosas positivas a todo lo negativo, y me gusta superarme. Algo yo tengo que estar estudiando o leyendo. Siempre hay algo nuevo qué aprender, y a veces hay cosas que tú crees que la sabes, pero el mundo va cambiando y tienes que reorientarte y organizarte, indicó Silfa.

En cuanto a su vida profesional, manifestó que ha dado muchos cambios y giros, desde que estaba en el internado. â??Empecé a trabajar; estudié en la UCE (Universidad Central del Este), y luego me salió la pasantía. Comienzo a trabajar un año de pasantía en un campo. De ahí vine para acá (La Romana)â?, señaló Silfa.

Dijo que empezó a trabajar en auditoría médica, y después tuvo la oportunidad de entrar al Ministerio de Salud Pública, en el 2010. â??Entré como asistente de atención primaria. Ya en el 2011 me ascendieron a coordinadora de zona, y ahí era la supervisora de todas las unidades urbanas de La Romana. Me quedé ahí desde el 2011 hasta el 2015. Entonces, me dieron la oportunidad de estar aquí, en el (hospital) Gonzalvo y aquí estamos hasta que Dios quieraâ?, expuso.

Sobre su experiencia de ser directora a tan joven edad del hospital Francisco A. Gonzalvo, respondió diciendo: â??En un año, te digo que crecer como persona ha sido bastante. Eso ha sido un cambio muy drástico, porque aunque en la atención primaria se maneja personas y todo eso, aquí es el triple de lo que yo manejaba allá. Segundo, la formación, las característicasâ?¦tú tienes que aprender a lidiar con todo tipo de gente. Pero papá Dios siempre da sabiduríaâ?, señaló.

 Adversidades y satisfacción

Silfa reveló que lo más difícil de esta experiencia ha sido el poco apoyo que recibe el hospital. â??Entonces, (es) como tener que hacerlo todo solo, sabiendo que hay otras personas y otras instituciones que pudieran dar un poco. Es difícil, por el hecho de que me choca. Si estás trabajando para la población, se supone que tocar tantas puertas y ninguna abrirse, eso es chocante. Pero nada, he aprendido bastante. Hemos hecho cosas y Dios nos ha abierto muchas puertasâ?, apuntó.

Silfa manifestó que su mayor satisfacción es ver cómo la gente la recibe todos los días con actitud afable. Dice que la hace sentir bien el hecho de â??que la gente cree en mí, y en medio de todas las cosas, tanto el personal, los pacientes y todo. Recibir esa retroalimentación positiva de tanta gente. Eso es lo más positivo que yo he tenido, que a pesar de todas las dificultades que tenemos todavía recibo retroalimentaciones positivasâ?, reconoció esta joven médico.

En torno a qué le gustaría cambiar del hospital donde trabaja, dijo con gran entusiasmo: â??Dios mío, muchas cosas. En cuanto a infraestructura, aquí hay mucho por hacer, y en cuanto al funcionamiento, quiero que la gente tenga entrega; que haga las cosas por pasión, no porque me van a pagar o me están supervisandoâ?.

Considera que lo importante es hacer el trabajo, â??porque a ti te gusta; lo que haces para servir. Yo siempre he dicho que aquí hay mucha deficiencia, pero por lo menos tener la satisfacción del deber cumplido y una paz laboral, no tienen precio. Me gustaría lograr eso, que cada uno se sienta que está cumpliendo con su deber y que lo haga de corazónâ?, exteriorizó.

 Más de Jael

Confiesa que la hace llorar ver otra persona llorar o que humillen a alguien y que no se defienda. Y la hace reír todo, hasta cuando se cae por sus propios pies. Respeta la velocidad, ya que entiende no es necesaria. No se arrepiente de nada, porque según dijo â??cada cosa que a uno le pasa en la vida te ayudan a salir adelanteâ?. No le gusta mentir.

Habló también del amor de su vida: â??Mi familia, yo los quiero a todos, pero mi abuela materna, esa es la luz de mis ojos. Yo no sé qué me pasa con abuela, pero esa es la luz de mis ojos. Mi hermano, el único varón que tengo, y mis sobrinos, me llenan la vida como de alegría. Yo soy loca con mi familia, y tengo muchas amistades tambiénâ?, expresó.

Y no dejó de lado hablar de su mayor atrevimiento. â??Como yo le tengo miedo al agua, mi mayor atrevimiento fue hacer un rafting (canotaje). Nos fuimos al río Yaque del Norte en unos barquitos. Para mí eso fue como mi mayor reto, por los muchachos de la Iglesia estarme juchando (incitando), â??tú no da para eso; tan bocona y no sirve ni para esoâ??. Y yo dije, â??ah, ¿yo no sirvo? Y lo hice. Y como persona, aceptar la dirección del (hospital) Gonzalvoâ?.

Sobre los planes y proyectos, dijo: â??Me gustaría trabajar en el área sexual y lo que tiene que ver con salud, porque es un área como que no se le pone mucha atención, porque la gente va a un médico si es algo físico. Todo lo que tiene que ver, por ejemplo con recuperación de las niñas que son abusadas, a las víctimas de violencia de género, de familia, ese tema me apasiona. Me gustaría algún día trabajar directamente con eso, entre otrosâ?.

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