Romayra Morla, rmorla@editorabavaro.com
Rafael Eusebio Rijo, (Fen) director de la Junta Distral de Boca de Yuma, dice que es un hombre cariñoso, amable, que le gusta compartir con amigos y cocinarle a su familia.
Nació en Boca de Yuma, un 24 de octubre del 1969. Es hijo de los señores Octavio Eusebio, oriundo de la región del Cibao, y de Emilia Rijo, de la comunidad de Boca de Yuma. Es el octavo hijo, de nueve hermanos. Los primeros siete cursos del nivel básico los hizo en la Escuela Básica John F. Kennedy. Dice que desea terminar sus estudios primarios y secundarios, para iniciar una carrera universitaria. “Mi infancia aquí en Yuma fue prácticamente corta. Desde pequeño, uno aprende a vivir de la pesca, la carnicería y la agricultura, una de esas tres actividades económicas. Pescaba desde los 14 años y a los 19 tuve que emigrar a Puerto Rico. Allá estuve 22 años”, expresa.
Cuenta que su juventud la pasó en el extranjero. “Extrañaba mucho mi familia y mis amigos, porque el inmigrante sufre mucho. Uno vive en un país desconocido, donde no conoce a nadie. Los empleos que se consiguen son trabajos pesados, sobre todo cuando se vive de manera ilegal”, apunta. No expresa sentimiento de culpas al recordar que, como muchos dominicanos, se vio obligado a viajar en yola a Puerto Rico, en el año 1985. “Fui afortunado en llegar, el 4 de agosto (de ese año). Fui hábil con los dominicanos que residían allá. Les dije que les podía cocinar; mi mamá era una mujer que tenía muchos trabajadores y los hijos de ella teníamos que ayudarla a preparar los alimentos, así aprendí a cocinar”, rememora.
Luego de 22 años residiendo en la Isla del Encanto, dice que decidió regresar por cuestiones de negocio. Al llegar a su tierra instaló una estación de gasolina y un “moto-préstamos”, convirtiéndose en uno de los primeros inversionistas de su comunidad. “Aquí, en Boca de Yuma, se compraba el combustibles por galón en San Rafael del Yuma. Entonces tuve la visión de que era una problemática que había que solucionarla, y entonces por eso decidí instalar una estación de combustible. Además, tengo el deseo de que mi pueblo se desarrolle; que sea otro en el mañana”, indica Rijo.
Dice que sus padres eran personas muy estrictas, que siempre le indicaron el camino correcto. “Si a la casa llevaban un huevo, teníamos que decir quién se nos lo había dado, incluso llevar a la persona para comprobar que lo que habíamos dicho era cierto. Una crianza muy diferente a la de hoy”, expresa satisfecho.
Vida política
Rijo incursiona en la política por motivación del senador reformista Amable Aristy Castro. “Llegué a la política, no por decisión mía. Le dije a don Amable, ‘no soy político’, y él siempre me respondía que yo no era, pero que lo sería, porque, según él, yo tenía la vocación de mi padre, quien era un líder político, y porque a mí siempre me ha gustado ayudar a la gente de mi comunidad”, narró.
Sin embargo, hoy entiende que la política es muy buena, cuando se tiene el deseo de ayudar a la gente. Dice que no se arrepiente de haber incursionado en la política, y tiene aspiraciones para las próximas elecciones, cuando aspirará a la misma posición que tiene actualmente. “Lo más difícil, es que hay oposiciones al trabajo que uno hace, pero que al fin y al cabo no me detienen para seguir luchando por mi pueblo. No son un obstáculo para que yo continúe en mi labor de ayudar”, apunta.
“Cuando comencé como candidato, en el 2010, mi pueblo estaba muy atrasado, muy abandonado y olvidado por los políticos. Sin embargo, hoy en día podemos hacer un recorrido por la ciudad y notar la diferencia. Desde que asumimos la sindicatura nos pusimos a hacer aceras y contenes; el asfaltado no era muy amplio. Actualmente, una mayor cantidad de calles tienen asfalto”, asegura. Comenta que no fue una ejecución directamente del distrito municipal, por cuestiones de recursos, pero sí solicitaron ayuda al gobierno para el asfaltado de las calles. “Hemos construido alrededor de 25 nichos; la comunidad ya no tenía donde enterrar sus seres queridos. También se instaló una biblioteca”, describe.
Dice que iniciará un mini acueducto para que los munícipes puedan recibir agua, y comprará un camión compactador que sirva para mejorar la recogida de los desechos sólidos. También tiene en proyecto la reconstrucción del parque infantil.
Boca de Yuma
Este funcionario municipal resalta que hay sectores que no quieren que Boca de Yuma explote su potencial turístico. Dice que esa comunidad tiene innumerables atractivos, entre ellos siete cuevas, manantiales y el Parque Nacional del Este. “Boca de Yuma significa todo para mí; aquí crecí; aquí transcurrieron los mejores años de mi vida. Añoro los años de mi infancia, cuando jugaba con carritos de rueda de javilla”, rememora.
Expresa que hace falta que el gobierno central atienda a las necesidades del distrito municipal de Boca de Yuma, cuyos comunitarios aspiran a que esta comunidad se desarrolle turísticamente. “Desde Juan Dolio hasta acá, lo único que queda por explotar es Boca de Yuma. Hay un proyecto de La Playita. Los rusos desean construir un hotel cinco estrellas. Han solicitado permiso para desarrollar sus proyectos, pero se lo han negado; estamos en medio de dos potencias turísticas: Bayahíbe y Bávaro”, observa Rijo.
Entiende que hay que abrirles las puertas a las personas que desean invertir, por lo que el gobierno debe darle oportunidad. Aboga para que se construya un puerto turístico y la comunidad se desarrolle, ya que solo existen dos fuentes de empleo: la pesca y el ayuntamiento. Dice que cuando hay mal tiempo en alta mar, el ayuntamiento ayuda a los pescadores a subsistir.
Más personal
“Mi familia significa todo para mí, hasta el punto que si tengo que dar la vida por ellos la doy; además, tengo dos nietos que me tienen loco; creo que los quiero más que a mis hijos”, señala sonriendo.
Con evidente emoción, sigue conversando sobre su familia. “Mi esposa, Cesarina Cedeño, es una mujer ejemplar y cariñosa. La conocí en Puerto Rico; aun siendo ella de Yuma, no la había conocido; hoy tenemos 22 años de casados y hemos procreado cuatro hijos: Ineyda Cesarina, Crisma Rossanna, Emely Rauseri y Reymel Eusebio Cedeño”, cuenta. En su tiempo libre, Rijo expresa que disfruta estar con su familia; confiesa que su hobbie era jugar gallos. Sueña con ver a sus nietos crecer y que Boca de Yuma explote turísticamente, para que se desarrolle y haya más oportunidad de empleo para los jóvenes, que tanto lo necesitan.
Desea seguir en la posición de director distrital de Boca de Yuma, para continuar ayudando a la comunidad. Añade de no seguir en este puesto, desea seguir ayudando a las personas desde su propio negocio.