Oscar Quezada, oquezada@editorabavaro.com
SANTO DOMINGO. El conflicto desatado por el decomiso de un alijo de drogas en el barrio Los Sotos Arriba, en Higüey, y las comprometedoras declaraciones de un confeso narcotraficante en un programa de televisión, en San Francisco de Macorís, representan la primera prueba de fuego para la gestión al frente de ese organismo del mayor general Julio César Souffront Velásquez.
La situación más reciente, a la que la DNCD no vaciló en salirle al frente, comenzó cuando el pasado día 10 de este mes el organismo antinarcóticos, en coordinación con un representante del Ministerio Público, informó de la incautación de 14 paquetes de drogas, que podrían ser cocaína o heroína, en una vivienda ubicada en el referido sector del municipio cabecera de La Altagracia. Ese día, la DNCD no ofreció el nombre del principal sospechoso de ser el propietario de la droga incautada, para respetar una disposición emanada de la Procuraduría General de la República, que prohíbe dar nombres de apresados, al menos que no sean apresados en infraganti delito o tras ser sometidos por el Ministerio Público ante la Justicia.
Pero al día siguiente del decomiso, un señor identificado como Roberto Peña se presentó al canal televisivo Telesistema, para entregarse a través del programa Telenoticias y asumir su responsabilidad por la droga decomisada en Higüey. Pero más sorprendente que su entrega ante un programa de televisión, fue la declaración de este señor, de que en vez de 14 paquetes de droga la DNCD le incautó 132 paquetes. Con estas palabras, Peña acusaba casi de forma directa a la DNCD de haberle dado lo que en el bajo mundo se conoce como “un tumbe”, situación que se da cuando entre narcotraficantes se reporta una cantidad de drogas menor a la pactada en las negociaciones de compra y venta.
Es por esto que el pasado jueves, la DNCD) anunció que se querellará en la justicia contra el confeso narcotraficante Roberto Peña, alias Chupa. Será acusado de difamación e injuria, al declarar que en su vivienda se habían ocupado 132 paquetes de cocaína y no 14 como, reportó el organismo. «Nos sentimos compelidos a hacer respetar la moralidad, total apego a la ley y el trabajo tesonero de esta DNCD frente al crimen organizado», expresó indignado Souffront Velásquez. Sus declaraciones advierten que irán hasta las últimas consecuencias, para probar la transparencia con que asegura opera su gestión como presidente de esa entidad.
Para que no quepan dudas de la diafanidad con que actuó la DNCD en ese operativo en Higüey, la DNCD recordó que durante el allanamiento estuvo presente el fiscal adjunto Roberto Santos Pacheco, en representación del Ministerio Público de esta ciudad, quien supervisó el operativo. Por este caso también fueron detenidos los implicados Beridania Delgado (Mercedes), Ramón Contreras (Chichí) y el haitiano Santiago Guerrero.
Contrario a lo dicho por Peña, la DNCD detalla que el alijo de cocaína fue descubierto en 5 paquetes envueltos en material plástico en la habitación principal de la referida vivienda, y otros 9 paquetes dentro de dos sacos ocultos en un compartimiento de madera de una segunda habitación. Ahora Peña enfrentará al menos dos procesos. El primero, por la droga que se le incautó y cuya audiencia será conocida el próximo viernes a la 4:00 de la tarde, en el Palacio de Justicia de Higüey, y un segundo juicio por difamación e injuria, acusado directamente por la DNCD.
Caso del “Boris”
Por esas extrañas coincidencias de la vida, el mismo día en que Peña se entregó a las autoridades mediante el programa de Telenoticias, conducido por Roberto Cavada, el 11 de este mes, fue acribillado a balazos un hombre que el 29 de agosto se declaró ante un programa de televisión local como un “narcotraficante arrepentido”, espacio donde igual reveló la supuesta corrupción que en torno a esa actividad delictiva envuelve a miembros de la DNCD y de la Policía Nacional. Enrique Sánchez Taveras (El Bori) fue asesinado de cinco tiros, 12 días después de haber dado tan serias declaraciones al periodista Alex Díaz, de San Francisco de Macorís, a quien concedió la entrevista televisiva. El Bori fue asesinado por “desconocidos encapuchados”, cuando se hallaba en una banca de lotería, en el barrio El Hoyo, en Salcedo.
En esa entrevista, Sánchez Taveras explicó menudamente cómo trabajaba y para quién en el negocio ilegal del narcotráfico, y las sumas de dinero que presuntamente pagaba para contar con la complicidad de las autoridades. Indicó que semanalmente le pagaba una especie de “peaje” a un coronel no identificado de la DNCD, para poder operar por sus anchas. Dijo que llegó un momento en que ya no ganaba mucho dinero con la compra y venta de drogas, por lo que decidió dejar ese negocio. Confesó que esto le ocasionó persecución y amenazas.
Algunas de las declaraciones de Sánchez Taveras al periodista Díaz fueron: “Moca es una plaza codiciada. Los miembros de la Dirección Nacional (de Control de Drogas) pagan para que los trasladen a Moca…porque deja mucho dinero”; “Nino Come Mezcla (supuesto narcotraficante) controla la venta de drogas en Moca, Salcedo, Tenares y Villa Tapia…le daba 400 mil pesos mensuales a la Policía…”. Estas confesiones, hechas públicas sin medir el alcance de su impacto, le costaron la vida al Boris. Por su muerte no hay apresados, ni siquiera para fines de investigación.