jueves, mayo 2, 2024
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BASÍLICA DE HIGÜEY entre lo religioso y lo turístico

Romayra Morla

rmorla@editorabavaro.com

HIGÜEY. La majestuosidad que destella desde lejos la Basílica de Higüey, transporta a lo celestial, pues el tan elevado templo es la cuna de la religiosidad dominicana.

Su arquitectura es única y posee una estructura de dimensiones monumentales, diseñada en forma de cruz latina, la cual abre los brazos a su interior y señala su entrada principal creada en bronce, con un baño de oro de 24 quilates, que se constituye en uno de los deleites de los cientos de turistas nacionales y extranjeros, que se abocan a disfrutar de este templo, bendecido por el Papa Juan Pablo II.

Basílica

Este monumento religioso ostenta en su interior el cuadro de la Virgen de La Altagracia, patrona de la provincia y madre espiritual del pueblo dominicano, el cual tiene un marco fabricado en oro, piedras preciosas y posee un valor incalculable por la calidad de su fabricación, pero especialmente por su esencia religiosa.

En este lugar, cubierto de palmeras de diversos tipos, los turistas llegan de diferentes lugares, con diferentes objetivos. Algunos vienen a cumplir promesas ofrecidas a la “Tatica” como le denominan los dominicanos a la Virgen de La Altagracia; otros a deleitarse por la hermosura del templo y a captar con el lente de sus cámaras los hermosos instantes que les ofrece.

En los jardines de la Basílica se encuentra el Museo de La Altagracia, una manifestación religiosa y cultural que nos invita a conocer testimonios de fe y devoción hacia la Virgen.

El museo cuenta con siete salas que permiten a los visitantes hacer un recorrido por la historia de la devoción mariana. En la primera sala se encuentra el medallón más grande, que relata como la virgen muestra su deseo de permanecer en Higüey.

Cada día el museo recibe cientos de turistas dominicanos y extranjeros, también ha sido visitado por diferentes figuras públicas, así como por ciudadanos amantes del arte sacro.

“En los jardines se encuentra el Museo de La Altagracia, una manifestación religiosa y cultural que nos invita a conocer testimonios de fe y devoción a la Virgen”.