ESPAÑA. El asesinado presidente de Haití, Jovenel Moïse, en un entrevista que ofreció al periodico El País, de España, el pasado mes de febrero, acusó a un grupo de familias y empresarios “que controlan los principales recursos» de la vecina nación, de «quitar» presidentes y utilizar la calle para crear desestabilización.
“El golpe de Estado no es un hecho puntual, sino una secuencia de acciones. Hasta ahora los Gobiernos eran títeres de los grupos económicos, pero esto hoy no sucede y nuestras decisiones sientan muy mal a quienes se sienten poderosos e intocables. Un pequeño grupo de oligarcas están detrás del golpe y quiere apoderarse del país matándome», sostuvo en esa oportunidad Moïse.
En ese entonces la inestabilidad politica generó una dualidad en el ejercicio del poder. Uno, Jovenel Moïse, de 52 años, que cumplió su cuarto año en la presidencia. El segundo es Joseph Mécène, un juez de 72 años apoyado por la oposición, pero ignorado por la comunidad internacional, que juró el cargo con un mensaje grabado en una habitación sin más testigos que su cuenta de Facebook y una bandera de Haití.
El autonombramiento llegó acompañado de disturbios de grupos violentos que sembraron el miedo y dejaron desiertas las bulliciosas calles de Puerto Príncipe. Moïse en febrero, en esa entrevista, sostuvo que hay un golpe de Estado en marcha organizado por un grupo de familias y empresarios “que controlan los principales recursos del país, que siempre han puesto y quitado presidentes y que utilizar la calle para crear desestabilización”.
Algunos de los males de la inestabilidad política en Haití, de acuerdo a lo que dijo Moïse, tienen que ver con la Constitución de 1987, que se ha propuesto reformar. El sistema político haitiano da escaso poder al presidente, controlado por el Congreso, y un primer ministro, lo que le obliga a negociar hasta sus ministros.
“La nueva Constitución trata de equilibrar los tres poderes que actualmente acapara el legislativo. Le pongo un ejemplo, yo gané las elecciones, pero durante 22 meses no puede resolver ninguno de mis compromisos de Gobierno porque no pude ni siquiera nombrar a mi Gobierno. Otro cambio importante tiene que ver con la diáspora ¿cómo usted puede entender que queden a un lado de la construcción del país los haitianos más capaces y económicamente fuertes del país?», aseveró el jefe de Estado de la vecina nación.