LA ROMANA. La explotación minera es una de las actividades económicas más controversiales, por el impacto negativo que históricamente ha provocado en el medio ambiente, por malas prácticas. Sin embargo, operadores mineros que han trabajado en diversas canteras ubicadas en las diferentes provincias de la Región Este, quieren romper con esta idea o mito de que en el país solo existe la minería irresponsable, desarrollando acciones que evitan el daño ambiental.
En la región Este, operan unas 22 minas de cantera seca. De este monto, unas 14 se localizan en la provincia de La Romana. El nombre de “cantera seca”, se debe a que la extracción de mina es a través de las rocas calizas ubicadas en montañas y no directamente de los ríos. Por lo que podría considerarse que dicha excavación, es más amigable con el medioambiente porque no afecta la fauna marina y, por ende, está más alineado con el pensamiento moderno de la preservación del medioambiente.
Así lo dejó saber a El Tiempo el ingeniero geólogo y de minas, Henry Manuel Paulino Reyes, representante de la sociedad comercial H&O PROFITS S.R.L y quien es operador de una mina privada de casi unas mil 400 hectáreas, ubicada en el Distrito Municipal de Caleta, en esta demarcación.
El experto en geología, que también operó minas en San Pedro de Macorís, cuenta que dicho agregado de cantera, al estar ubicada en montañas, la extracción resulta más costosa por el tipo de maquinarias que sea utiliza para la explotación minera. Aseguró que de la mina que opera, se extraen un amplio porcentaje de los materiales que son utilizados para la construcción de inmuebles en dicha zona.
“Estas minas mueven todo el material destinado a la industria de la construcción y a la fabricación de cemento, lo que significa que con esto se crean los blocks, se hacen techos, empañetes, pero no se pueden hacer vaciados de mucha resistencia o en su defecto, edificios altos. El 80% del material que se extrae aquí es usado para la construcción, sin ningún tipo de problemas”, dijo.
PROCESO DE EXTRACCIÓN MINERA
Paulino Reyes cuenta que, en el proceso se realizan cuatro acciones; extracción, transportación, trituración y clasificación. Primero “se extraen las rocas, las cuales son transportadas a una trituradora primaria, la cual la convierte el material en rocas pequeñas de 3 a 4 pulgadas. Luego, se pasa por una clasificadora, la cual divide el grueso del fino, de allí el grueso va a otra trituradora secundaria, que lo pone más pequeño, y de ahí se clasifica la arena, gravilla, mixto y grava”, sostuvo.
En términos de producción, el operador minero dijo que todos los meses se extraen alrededor de 10 mil metros los materiales antes mencionados. Los precios oscilan entre 650, 750 y 800 pesos dependiendo el tipo de material que sea. Destacó que los camiones que llegan a cargar tienen capacidad para 17 y 18 metros, por lo que el precio final dependerá de la medida del cargamento.
Con relación a la sostenibilidad, detalló que todas sus operaciones son direccionadas a un cierre ambiental, es decir, que al final de los procesos de producción, los espacios intervenidos son tratados, restaurados y reforestados. Agregó que, de las mil 400 hectáreas, se han logrado la revegetación de un gran porcentaje de este terreno, todo esto siguiendo las instrucciones del plan de manejo y adecuación ambiental.
El geólogo, quien tiene más de 35 años de experiencia en minas, enfatiza en que las operaciones dentro de una mina son altamente riesgosas, implican mucha inversión y en la mayoría de las ocasiones son poco rentables, por lo que no recomienda esta labor a una persona que no se haya especializado en esto, porque sencillamente corre el peligro de perder sus recursos económicos.
PERMISOLOGÍA AMBIENTAL
En temas de permisología, es donde a los operadores mineros les radica el mayor de los problemas. Esto porque aseguran, que debido a los cambios de Gobiernos se cambian las políticas en términos de licencias y autorizaciones ambientales, que les permiten continuar desarrollando la labor que desempeñan, situaciones que vuelven “antieconómico” el negocio para los extractores de minería.
“Nos cobran 60 mil pesos mensuales y esto es antieconómico para el minero, porque cuando éste no lo tiene, entonces tiene que parar las operaciones y puede durar hasta dos y tres días parados. Esto incurre en más gastos porque hay que seguir pagando al personal, se pierde tiempo y a las autoridades al parecer no les importa esto”, señaló el ingeniero en minas.
Sobre esta situación, el director provincial de Medio Ambiente y Recursos Naturales en esta localidad, David Martínez, explicó que mayormente las labores se paralizan por la ausencia de una licencia ambiental y la autorización de extracción de materiales. Por esto, los operadores pueden recibir sanciones administrativas por parte del ministerio o incluso, sometimiento judicial.
El encargado de medioambiente cuenta que hace poco fueron paralizadas las operaciones de todas las minas de La Romana, por parte de la Procuraduría Especializada de Medio Ambiente, quienes realizaron un operativo junto a procuradores fiscales sin la participación del ministerio. Por lo que fue necesaria una reunión con el ministro Orlando Jorge Mera para denunciar esta acción por parte de dichos fiscalizadores. Secundando de esta manera, el sentir de los mineros de que “cualquier persona se dirige a la mina y paraliza las labores”.
Martínez explicó que pese a que los fiscales no tienen facultad para cerrar minas más bien es una facultad de medio ambiente, algunos incurren en esta irregularidad, violentando las disposiciones del ministerio, pero se les hizo un llamado de atención para que no vuelvan a incurrir en esto.
¿QUÉ DICEN LOS AMBIENTALISTAS?
Por su parte, los ambientalistas siguen teniendo opiniones encontradas en torno al tema de extracción y explotación minera. Uno de ellos es Víctor Souffront y quien es defensor del medioambiente y actualmente preside la fundación “Macorís Verde”. Éste reconoce que, pese a que son canteras secas, se le continúa dando un mal manejo a las minas.
Asegura que “continua el mismo abuso sobre las minas, la utilización de maquinarias pesadas también resulta nocivo. Todo eso afecta el desarrollo normal de la naturaleza y, por ende, perjudica al medioambiente”, explicó.
El ambientalista detalla que, pese a que algunas minas son de cantera seca y otras, la extracción proviene directamente de los ríos, “ningunas son amigables con el medioambiente”, porque destaca ninguna explotación de recursos naturales, resulta favorable para el ambiente. “Podría llamársele menos invasiva o menos impactante, pero de igual forma nos afecta”, puntualizó.