jueves, mayo 2, 2024
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Las calles de Bávaro, hogar de decenas de niños desamparados

Génesis Pache / gpache@editorabavaro.com

Bávaro. Las calles de esta zona se han convertido en el hogar de decenas de niños que dedican su tiempo a limpiar zapatos y hacer mandados por paga. El Consejo Nacional para la Niñez y Adolescencia (Conani) lleva ya un año en esta localidad y durante sus operativos ha captado unos 27 niños en esta situación.

Sin embargo, a pesar de estas intervenciones por parte de las autoridades, aún hay niños que continúan viviendo a su suerte en las calles de esta zona turística. Muchos de ellos invierten su tiempo en diversos trabajos, tanto en el día como en las noches, para luego el dinero que obtienen utilizarlo apostando a las cartas entre ellos.

La entrada del Hoyo de Friusa es uno de los lugares donde se concentran la mayoría de estos niños.
La entrada del Hoyo de Friusa es uno de los lugares donde se concentran la mayoría de estos niños.

Algunos de estos menores narraron que son alrededor de ocho los que se mantienen juntos en la entrada del sector Hoyo de Friusa, en la zona de Bávaro, y que por allí duermen y hacen su día a día. Se niegan a contar sus historias y a hablar sobre las razones por las que están en las calles. Pero pese a esto, fueron capaces de decir que cada uno, por lo menos una vez, ha sido llevado por Conani hasta sus oficinas en Higüey, y desde allí devueltos a sus familiares. Pero que de igual forma retornan a las calles de Bávaro.

Entre comentarios y negativas, estos niños explican que les gustaría tener un lugar en el cual pudiera estar tranquilos, alimentarse bien, dormir de manera digna y estudiar. Fueron muy enfáticos en decir que aceptan cualquier ayuda que los saque de las calles, porque no les gusta vivir de esta forma, y que no pueden estar con sus familiares.

De seis niños que se encontraban a la entrada del Hoyo de Friusa, en la noche, solo tres quisieron compartir algunos detalles de sus vidas. Uno de ellos fue Fernando (nombre ficticio), quien dice ser de Higüey, y que a pesar de tener a sus dos padres, confiesa que no vive con ellos. En la escuela solo llegó al segundo nivel de la educación primaria, pero señala que le gustaría â??manejar avionesâ?. Es decir, ser un piloto.

Billy (nombre ficticio), de tan solo 12 años, también tiene a sus dos padres, pero no vive con ellos. Asegura que su madre tiene cinco hijos, aparte de él, pero que no tiene cómo sustentarlos y que cada vez que se casa y tiene un niño ella decide quedarse con él y no entregárselo al padre.

Billy dice que su progenitora trabaja vendiendo ropa, pero que él sale a Bávaro a trabajar, y cuando puede va donde su madre y le lleva algo de dinero para que ella pueda cocinar.

Melvin (nombre ficticio) es el mayor de ellos; cuenta con 14 años de edad. Este niño ya estuvo en una de las historias escritas en este medio el pasado año. En aquella ocasión, tuvo un incidente en el que fue herido. Este niño fue llevado a las oficinas de Conani en Higüey, donde localizaron a su madre y lo entregaron a ella.

Melvin relata que su madre lo llevó a la casa de su padre. Dice que allí tuvo un enfrentamiento con él y decidió irse a la casa de su progenitora, pero que no podía quedarse allá con su madre, por lo que regresó a Bávaro.

Estos niños cuentan que se reúnen entre ellos y pagan una noche en hoteles y pensiones de Friusa, para amanecer allá. Su deseo sería que se creara una casa hogar, donde ellos pudieran vivir, ya que aseguran que no pueden estar con sus familiares.

VERSIÃ?N DEL CONANI

Según los datos ofrecidos por Brendy Díaz, directora de Conani para la zona Verón- Bávaro-Punta Cana, la mayor problemática es que los niños son reincidentes. Es decir, que regresan a las calles luego de haber sido entregados a sus familiares.

Díaz explica que desde que la oficina de Conani se instaló en Verón, el día 2 de junio del 2015, iniciaron un plan de intervención en coordinación con el Ministerio Público de Bávaro, específicamente con la magistrada Claudia Lorena Garrido, donde realizaron varios operativos.

Gracias a estas jornadas pudieron detectar que los niños en esta situación no son de aquí, de Bávaro, y que solo un 5% o un 10% de estos menores pertenecen a la zona. Estos niños proceden de El Seibo, La Romana e Higüey, siendo este último pueblo el lugar de donde provienen la mayoría.

Una vez realizados los operativos donde captan los niños, Conani los lleva a una casa de acogida, con alimentos y personas que los cuidan. Al día siguiente, se hacen intervenciones con la psicóloga y trabajadora social.

Los niños son vistos por médicos y luego se ubican sus familias. Los padres que eran de esta zona fueron sometidos (a la justicia). Estuvieron presos, porque la Ley 136-03 establece como primeros responsables a la familia. Los primeros que tienen que asumir el compromiso de velar por la protección de niños, niñas y adolescentes son los padres�, manifiesta Díaz.

RESULTADOS DE OPERATIVOS

En la primera etapa de los distintos operativos realizados por Conani, en conjunto con el Ministerio Público de Bávaro, fueron 15 los niños rescatados de las calles, de los cuales solo cuatro eran de la zona. En la segunda etapa rescataron 12, de los cuales solo tres eran de la zona turística.
Díaz destaca que: â??tuvimos el caso de un niño que la madre lo abandonó aquí, en las calles de Bávaro, y en vista de eso se integró a una ONG (Organización No Gubernamental)â?.

Dentro de los operativos de Conani no se encontró ningún niño que no tuviera familia.
Dentro de los operativos de Conani no se encontró ningún niño que no tuviera familia.

Los niños de otras zonas, que no eran de Bávaro, fueron reubicados de acuerdo con el Ministerio Publico de sus demarcaciones, donde los padres se comprometieron a asumir su compromiso.

Los que si son de esta zona tuvieron un seguimiento posterior. Díaz expone que a estos se les procedió a dar terapia con la psicóloga, y a un proceso de visitas domiciliarias de la trabajadora social, para garantizar que el niño esté en la casa. Varios de los niños se insertaron en el sistema educativo, porque tenían años que no estudiaban y se les fue dando un seguimiento.

â??Todos estos niños tienen familia. Dentro de los operativos no encontramos ninguno que no tuviera familia. La ley establece que si el niño no tiene familia, entonces Conani lo asume, pero ellos tenían su familiaâ?, aclara Díaz.

Señala que estos niños vienen de contextos familiares muy difíciles, donde hay violencia y donde los padres no tienen apego con ellos, por lo que es una situación difícil de tratar.

Génesis Pache
Génesis Pache
Licenciada en Comunicación Social, mención periodismo. Egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD). Apasionada por la lectura y amante de todo lo creado por Dios.