sábado, noviembre 23, 2024
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Enfermedad renal crónica aumenta cada vez más en población joven

LA ROMANA. Un estudio reciente realizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) establece que una de cada 10 personas que residen en República Dominicana padece algún tipo de daño renal, y que alrededor de 7 mil pacientes en edad adulta están en necesidad de diálisis.

De esta cifra, sólo tres mil 500 están recibiendo hemodiálisis y diálisis peritoneal.  Este porcentaje de la población que sufre una enfermedad renal crónica cada día va en aumento, situación que preocupa a los especialistas en nefrología de esta provincia en particular, debido a que los diagnósticos cada vez son más notorios en personas jóvenes.

Uno de los que tiene esta postura es Danilo Carrión, médico nefrólogo egresado del hospital doctor Salvador Bienvenido Gautier, en Santo Domingo, y que ahora es encargado de la unidad de hemodiálisis en el Centro Regional de Diagnóstico por Imágenes, Laboratorios y Diálisis (Cerdial) en La Romana. El galeno cuenta que años anteriores hablarle de diálisis a un paciente era muy raro, y que los que llegaban a este proceso, ya estaban en etapa terminal.

Sin embargo, poco tiempo después notó que “tras el aumento de la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes y el sedentarismo, la enfermedad renal fue evolucionando. Y es por esto que cada día uno va viendo que mayor cantidad de personas, y a diferencia de antes, que sólo acudían los envejecientes, ahora son los jóvenes que entran más temprano a una terapia de sustitución renal”.

Cerdial La Romana.

El especialista de la salud asegura que estas terapias son de tres tipos: la hemodiálisis, la cual se hace con una máquina que sustituye la función de filtración del riñón; la diálisis peritoneal, que se realiza a través de la membrana del peritoneo, y la más efectiva que es el trasplante renal. Pero destacó que aún los pacientes se trasplanten siguen siendo enfermos renales, ya que deben cuidar un riguroso estilo de vida.

Carrión cuenta que sólo lleva un mes al frente de la unidad de diálisis en Cerdial, y al asumir sus funciones encontró un total de ocho pacientes en terapia. Hasta el momento de esta entrevista había doce personas. Además de esto, hay cuatro que estaban en espera para entrar en la próxima semana, lo que aumentarían a 16 esos pacientes. Esto refleja un aumento de ocho pacientes en menos de 30 días.

La misma impresión tiene la nefróloga Sandra Rodríguez, quién desde el año 2004 está asistiendo pacientes renales crónicos en La Romana. La especialista dijo que en este tiempo la cartera de pacientes que tenía en el “El Buen Samaritano” era de seis a nueve pacientes, ahora en su centro privado recibe alrededor de cincuenta pacientes. “Cada vez hay más pacientes, esto sin mencionar las personas de La Romana y de San Pedro de Macorís que se dirigen a Santo Domingo a recibir su terapia” dijo.

Ambos nefrólogos coincidieron en la que enfermedad es mucho más frecuente en el género masculino, esto debido a la misma composición social de país. Los hombres en su mayoría, no acuden a los hospitales y de hacerlo van en etapa casi terminal, las mujeres tienden a cuidarse más en ese sentido.

“HAY QUE ESTAR PREPARADO MENTALMENTE”

Marino Serrano Cayetano es uno de esos jóvenes que a edad temprana empezó a recibir terapias de hemodiálisis. El hombre de sólo 33 años de edad lleva unos nueve años dializándose, cada tres veces por semana, con una duración de cuatro horas.

Describe la experiencia como “un proceso al que se debe estar preparado mentalmente”. En términos económicos, dijo que le “resulta muy caro”, y que en ese tipo de casos si la familia del afectado no se involucra y brinda su apoyo, el tratamiento podría no proceder. 

Serrano Cayetano, pese a que cuenta con un seguro de salud privado, dijo que entre los meses de mayo y junio de cada año debe pagar una cuota de diferencia de 36 mil pesos por el tratamiento. Explicó que, en este momento, al encontrarse desempleado, cuenta que se ve obligado hacer colectas de dinero entre la familia para poder solventar sus terapias.

El joven cuenta que se enteró que era paciente renal crónico “un día que amanecí vomitando sangre, fui al médico y cuando me hicieron los análisis, ahí salí con un riñón menos y el otro estaba muy destrozado. El riñón izquierdo no se desarrolló por completo y el derecho al trabajar solo se destruyó”, dijo Cayetano.

Agregó que los días que se dializa son martes, jueves y sábados, y cada vez que va al centro a recibir su terapia renal, a las 6:00 de la mañana, junto a él hay unas ocho personas y cada cuatro horas conectan ocho pacientes más.

POCAS UNIDADES EN EL ESTE

Pese al aumento de crónicos renales en esta demarcación, este tipo de pacientes no cuenta con un centro de salud del sector público que pueda ofrecerles el servicio de hemodiálisis o de diálisis peritoneal, por lo que en la mayoría de las ocasiones se ven en la necesidad de acudir a las clínicas o consultorios privados a recibir sus respectivas terapias.

No obstante la ausencia de programas de diálisis en el sector público, algunos centros privados disponen de unidades donde aceptan a pacientes con el Seguro Nacional de Salud (Senasa), subsidiado y contributivo y obtienen las mejores coberturas. Sin embargo, especialistas creen conveniente que el Gobierno habilite más unidades en la red pública.

“La población de La Romana es grande y cada día crece más, y en materia de salud veo muy necesario la implementación de una unidad de diálisis publica para cubertura de esos pacientes, que sobre todo no tienen ningún tipo de seguro”, dijo Carrión encargado de hemodiálisis en Cerdial.

Cabe destacar que, a nivel nacional, unos 28 hospitales ofrecen el servicio de hemodiálisis para pacientes crónicos y agudos, siete de ellos están disponibles para diálisis peritoneal y uno para trasplante renal. Según el Servicio Nacional de Salud (SNS), estas unidades asisten un aproximado de 1,500 pacientes en hemodiálisis y 900 en diálisis peritoneal en todo el país.

Señor Félix Guerrero, momento en que finalizaba su
terapia renal.

Sin embargo, en la región Este sólo funciona la que está en el Hospital General y de Especialidades Nuestra Señora de La Altagracia (HGENSA) en Higϋey. La del hospital doctor Antonio Musa en San Pedro de Macorís, está pendiente de remodelación.

CAMPAÑAS DE PREVENCIÓN

La nefróloga Sandra Rodríguez considera que el Gobierno debe trabajar en la medicina preventiva, ya que existe mucha falta de orientación en la población sobre la repercusión de un mal cuidado de una enfermedad renal a largo plazo.

“Yo considero que si se tratara de hacer campañas de orientación a la población sobre los cuidados y la importancia que deben tener los pacientes cuando sufren de hipertensión y diabetes, que son las que ocasionan los daños renales, pues quizás las cosas serían diferentes, y los pacientes podrían ser detectados de forma temprana, cosa que puedan ser orientados a retrasar la evolución de un fallo renal terminal”, explicó.

Rodríguez destacó que, de hacerse estas campañas, el paciente llegaría a los consultorios en mejores condiciones, porque en este momento los pacientes renales crónicos están acudiendo con un cuadro complicado, lo que disminuye las posibilidades de esa persona salir bien de la terapia.

“No es lo mismo cuando el paciente está preparado para recibir el tratamiento a cuando hay que sacarlo de emergencia y llevarlo rápidamente a UCI (Unidad de Cuidados Intensivos), y hasta muere en lo que se hacen las analíticas, se le pasa un catete, no aparece la sangre. En fin, una serie de circunstancias que se van dando en el camino y puede empeorar la salud del paciente”, concluyó.

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