jueves, mayo 2, 2024
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¡Hablemos de fitness!

La sobrevalorada Motivación

(Mónica Aybar/Especial para El Tiempo) Hace aproximadamente 2 años empecé a trabajar tímidamente en mi acondicionamiento físico. Empecé a entrenar. A comer más saludable y cosas por el estilo. Aún teniendo conocimiento sobre el fitness, (ya que soy entrenadora certificada desde el año 2014 y ahora nutricionista), aún trabajando desde hace años en un gimnasio con todo a mi disposición, nunca lograba acostumbrarme a entrenar y cuidar mi alimentación. 

Pero, un día todo cambió. Un día empecé a escuchar la sugerencia de mi esposo (que es entrenador también) como nunca la había escuchado. Algo en mi despertó. Eso se llama motivación. 

Empecé a entrenar diariamente y me mantuve así unos cuantos meses. Para cuando empezó la cuarentena, en marzo de 2020, ya había alcanzado algunos cambios físicos. Luego, con los gimnasios cerrados, nos íbamos a correr todos los atardeceres. Y seguí así. Muchas veces entrenaba sola en casa porque ya mi esposo estaba aburrido de las mismas rutinas. Y cuando por fin abrieron los gimnasios, como en el mes de julio, le entré con todo a las pesas. Ya mi cuerpo había adquirido el hábito del ejercicio. 

¡Por fin! ¡Ahí todo tomó otro rumbo! Yo misma me motivaba a seguir ya. 

Y quizás usted dirá: ¡Claro, así con el esposo apoyándola cualquiera puede! Y sí, el me dio todo su apoyo, pero yo cambié. Entendí todo lo que por años no entendía: los cambios que valen la pena toman tiempo y hay que ser constante y disciplinado para poder lograrlos. 

Al principio me cansaba y me dolía tanto el cuerpo que hasta llegué a tomar calmantes. Pero nunca tiré la toalla hasta que empecé a ver buenos resultados. 

Es por eso, porque sé de qué te hablo, que hoy te quiero decir lo siguiente: ¡No esperes motivación externa! La motivación debe estar dentro de ti. Sentirte mejor con tu físico, tener una mejor salud, una mayor movilidad, más energía, menos citas con el médico, etc., deben ser motivación suficiente para que empieces a cuidarte. Reta a tu mente y ponle desafíos personales. Es la mejor técnica para no rendirte en el camino. La motivación para lograr tus objetivos búscala dentro de ti. ¡No te imaginas lo bien que se siente!

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