Oscar Quezada
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SANTO DOMINGO. Oficiales superiores del Ejército de la República Dominicana estarían sufriendo actualmente penurias de carácter económico en Estados Unidos y España, donde realizan cursos de formación militar de alto nivel, porque la institución a la que pertenecen no los ayuda con los gastos fijos de manutención mientras están fuera del país.
El dato fue suministrado a El Tiempo por una fuente conocedora de esta experiencia académica, que busca reforzar y ampliar los conocimientos militares. Esta fuente reveló que durante el tiempo que permanecen en el extranjero, los estudiantes no reciben “ni un solo centavo del Ejército dominicano”.
Algunos, alegadamente, tienen que tomar dinero prestado para costearse los gastos que conlleva durar varios meses fuera del país estudiando, con el compromiso de que luego el Ejército se los repondrá.
“Pero gran parte de ese dinero no se los pagan o duran mucho para pagárselo”, sostuvo la fuente. El Tiempo se enteró de que a un militar que estuvo fuera del país el Ejército le dijo que no lo había enviado a estudiar fuera, y que por esta razón no le iba a dar un solo peso. Esta persona narra que sintió vergüenza y humillación, porque los regentes del curso se compadecieron de su situación y lo ayudaban hasta con la comida.
Según el informante, a los militares que estudian en el extranjero el Ejército antes les daba 2 mil dólares mensuales, pero que de repente y sin ninguna explicación dejó de suministrarle este soporte económico.
“El jefe del Ejército dice que si él no los mandó no tiene por qué pagarles”, indicó la fuente. Señaló que el Ejército no les cubre siquiera el seguro médico, por lo que esos militares corren el riesgo de enfermarse o sufrir algún accidente y no tener dinero para cubrir estas eventualidades.
Esos cursos generalmente duran un año y medio, y en el caso de Taiwán, hasta dos años. Añade que por esta realidad esos oficiales “están pasando las de Caín. Yo te digo que a veces no tienen ni para comer”, sostuvo el informante.
Actualmente, en España hay dos militares realizando cursos en el Colegio de Estado Mayor de ese país, y en Washington hay tres, uno en la Universidad de la Defensa y dos en el Colegio Interamericano de Defensa.
Esos viajes tienen un carácter oficial. Es por esto que los militares entienden que si hacen el esfuerzo y sacrificio de irse lejos de sus familias y su país por tanto tiempo, es para servirle a la institución que ahora, entienden, les estaría dando la espalda.
