El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, descartó este lunes un alto el fuego en la Franja de Gaza, donde la ayuda no cubre, según la ONU, «las necesidades humanitarias inéditas» de la población del territorio, blanco de bombardeos e incursiones terrestres en respuesta al ataque de Hamás contra Israel.
Los ataques aéreos y las operaciones terrestres israelíes se intensificaron desde el viernes, con el objetivo de «aniquilar» a ese movimiento islamista palestino y rescatar a los 239 rehenes capturados durante el ataque del 7 de octubre, que dejó cerca de 1.400 muertos en Israel.
En Gaza, más de 8.300 personas murieron, incluyendo 3.457 niños, en los bombardeos de represalia israelí, según las autoridades de Salud del pequeño territorio, gobernado por Hamás desde 2007.Las fuerzas armadas «extendieron su entrada terrestre en la Franja de Gaza, lo están haciendo por etapas moderadas y muy potentes, avanzando metódicamente paso a paso», declaró Netanyahu tras una reunión con su gabinete de guerra.
«Los llamados a un alto el fuego son llamados a Israel a rendirse frente a Hamás. Eso no ocurrirá», subrayó poco después.Estados Unidos, aliado de Israel, coincidió en que un alto el fuego no era «la respuesta adecuada por el momento», pero propone «pausas humanitarias», dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.