PUNTA CANA, RD. Tras la disposición del cierre de las fronteras por parte del presidente Luis Abinader, debido al conflicto que enfrenta República Dominicana con Haití por la construcción de un canal de riego en el lado haitiano que pretende desviar agua del río Masacre en la comunidad de Juana Méndez, se han desencadenado graves consecuencias en el comercio binacional.
El cierre prolongado de la frontera está afectando no sólo al comercio binacional, sino también directamente a las finanzas públicas del país, considerando que Haití es el segundo socio comercial de República Dominicana.
Los comerciantes dominicanos que participan en el mercado binacional han dejado de percibir sumas significativas de dinero y han sufrido pérdidas de productos perecederos.
Esta situación mantiene en vilo a los comerciantes y productores durante este cierre. Además, la comunidad comercial de Pedernales también ha experimentado una caída en sus ventas, lo que ha generado preocupación entre los empresarios locales.
IMPACTO NEGATIVO
El economista Haivanjoe Ng Cortiñas señaló que «el cierre total de la frontera dominico-haitiana tiene un impacto negativo diario de 4.0 millones de dólares en las exportaciones del país y de 4.4 millones de díolares en el valor diario del comercio bilateral».
Destacó que esta medida representa un revés para la actividad comercial y productiva de ambos países, siendo los productores y comerciantes dominicanos los más perjudicados, mientras que del lado haitiano, los consumidores y comerciantes también sufren las consecuencias.
Hasta agosto de 2023, República Dominicana ha registrado 8,138 millones de dólares en exportaciones, de los cuales ha enviado productos a Haití por un valor de 673 millones de dólares, lo que representa el 8.27% de las exportaciones totales.
El comercio con Haití asciende a unos 1,000 millones de dólares al año, por lo que los empresarios están siguiendo de cerca la situación con la esperanza de encontrar una próxima solución.
Tras la medida del presidente Abinader de apoyar a la producción local adquiriendo productos perecederos destinados a Haití, el Gobierno realizará un levantamiento en los demás puntos fronterizos donde se produce intercambio comercial entre productores y comerciantes dominicanos y haitianos.
Los productos adquiridos incluyen huevos, pollos, ajíes, berenjenas, habichuelas y cebolla, que serán utilizados en los planos sociales del Gobierno y comercializados a través del Instituto Nacional de Estabilización de Precios (Inespre).
Respecto a los huevos que se están pudriendo en la zona debido a la imposibilidad de comercializar con Haití, el Gobierno comprará directamente a los avicultores seis millones de huevos a la semana para su uso en escuelas y su comercialización a través del Inespre. El Gobierno aseguró que esta medida representa un respaldo a los productores en esta situación, ya que se trata de un tema de seguridad y defensa de la soberanía nacional.
CRECIMIENTO
El ministro de la Presidencia, Joel Santos Echavarría, informó que en los últimos 5 años, el flujo comercial entre las economías de República Dominicana y Haití ha crecido un 25.0%, con las exportaciones de RD representando el 92.0%. Esto significa que la balanza comercial entre ambos países favorece más a la República Dominicana.
Los sectores más afectados incluyen harina, agroindustrial, avícola, frutas y vegetales. En cuanto a las medidas tomadas por el Gobierno para los agricultores, se destaca la reestructuración de las deudas de los productores a través del Banco Agrícola y el otorgamiento de préstamos a tasa cero.
También se contempla la comercialización de los productos que no se están vendiendo debido al cierre de la frontera a través del Instituto de Estabilización de Precios (Inespre). El riesgo asociado a la construcción del canal de riego por parte de Haití es considerable.
Esta obra pone en riesgo el acceso al agua de cientos de familias agricultoras dominicanas y haitianas aguas abajo de donde se construye el canal. Además, representa un peligro de inundación para el parque industrial CODEVI, ubicado a 300 metros aguas abajo del canal, y para sus 19 mil trabajadores haitianos, así como para una parte de los habitantes de las ciudades fronterizas de Dajabón y Juana Méndez.
También afectaría la Laguna de Saladillo, uno de los principales humedales de República Dominicana. La construcción del canal en el río Masacre en la frontera continúa por parte del país vecino, mientras el gobierno dominicano insiste en que no busca una confrontación directa con el pueblo haitiano, sino con los «incontrolables» que respaldan el canal en el río Masacre.
Quienes violan los acuerdos internacionales entre ambas naciones. En los próximos días, la situación, que aún no tiene una solución clara, seguirá afectando a ambos países en términos económicos.