PUNTA CANA. ¿A menudo te sientes cansado, te falta el aliento o puedes sentir los latidos de tu corazón? ¿O te han comentado tus amigos que te ves inusualmente pálido? Si es así, es posible que sufras de anemia por deficiencia de hierro o ferropénica, el trastorno nutricional más común del planeta.
Más del 30% de la población mundial está anémica, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Se trata de una afección en la que el cuerpo carece del mineral en los glóbulos rojos, lo que significa que menos oxígeno llega a las células.
Ahora, la anemia por deficiencia de hierro no debe ser auto diagnosticada o tratada; no sólo los síntomas pueden indicar otra dolencia sino que sobrecargar el cuerpo con hierro puede ser peligroso pues la acumulación excesiva de este elemento puede dañar el hígado y causar otras complicaciones.
La OMS refiere que debes consultar al médico si siente: fatiga extrema y falta de energía, falta de aliento, latidos cardíacos perceptibles (palpitaciones del corazón) y piel pálida. Esos son los síntomas más comunes, pero hay otros menos usuales, entre ellos: dolores de cabeza, mareos o vértigo, Inflamación o dolor en la lengua, pérdida de cabello: nota que sale más cabello al cepillarlo o lavarlo, antojos de comer sustancias que no son alimentos, como papel o hielo, una condición conocida como pica.
Asimismo, llagas abiertas dolorosas (úlceras) en las comisuras de la boca, uñas en forma de cuchara o quebradizas y síndrome de piernas inquietas, un trastorno que provoca una fuerte necesidad de mover las piernas.
La forma en que preparas tu comida y lo que bebes con ella también puede cambiar la cantidad de hierro que absorbes. Para demostrar esto, la BBC le pidió al científico de nutrición Paul Sharp, del King’s College London, que realizara algunos experimentos para imitar la digestión humana. Las pruebas imitaron el efecto de las enzimas involucradas en la digestión de los alimentos y la reacción química que ocurre en las células intestinales humanas para mostrar cuánto hierro sería absorbido.
Sharp demostró que si bebes jugo de naranja con tu cereal de desayuno fortificado, absorbes mucho más hierro que cuando comes el cereal solo, porque el jugo de naranja contiene vitamina C, lo que facilita la absorción del hierro de los alimentos. Pero, lamentablemente, si bebes café con tu tazón de cereal matutino, eso significará que absorberá una cantidad significativamente menor de hierro.