“El 54.8% de nuestra economía es informal, esto genera un problema grave para la sostenibilidad económica del Estado”. Es mucho lo que se ha hablado y escrito referente a efecto negativo para los gobiernos y las recaudaciones el hecho de que de nuestra economía alrededor de 54.8% sea informal. Esto se traduce en que ese nivel de actividad económica desarrollándose fuera del alcance de los elementos de control afecta y reduce significativamente la capacidad del Estado de recaudar fondos para cumplir su responsabilidad de desarrollar políticas sociales que generan bienestar para los dominicanos.
Se le llama economía informal a toda actividad realizada sin el registro o proceso por los canales legales establecidos y fiscalizables. Generalmente se realiza con pagos en efectivo y este dinero no va a una cuenta de ahorros en el sistema financiero, en gran parte conformada por Pymes de bajo volúmenes individuales de operación.
Adicional a esto ya mencionado, se agrega el no acceso a empleos de calidad (salario por debajo del costo de la canasta familiar), no cotizaciones en el sistema actual de fondos de pensiones, no acceso al sistema contributivo del seguro de salud, y no garantías de los principales beneficios del actual Código de Trabajo.
Entonces, la gran pregunta es ¿quiénes son los grandes ganadores de esta informalidad? Definitivamente que los propietarios de dichos negocios, logrando acumular cierto nivel de riqueza exenta del pago de impuestos, sobre la base de causar este deterioro social colectivo y que no es sostenible.
Hasta el próximo comentario.
