PUNTA CANA. â??Estados Unidos ha vuelto. La diplomacia está en el centro de nuestra polÃtica exteriorâ?, asà fue como el nuevo presidente del paÃs norteamericano, Joe Biden, resumió la lÃnea que seguirá su gobierno en las relaciones de EE.UU. con el mundo. En su primer gran discurso sobre este asunto, Biden dejó clara la ruptura con su antecesor, Donald Trump, mostrando un tono más duro con Rusia, denunciando las violaciones de derechos humanos en el mundo y al mismo tiempo tendiendo la mano a la cooperación y remarcando su confianza en las agencias de seguridad de su paÃs.
El nuevo mandatario realizó además tres anuncios que modifican o revierten controvertidas polÃticas de Trump: un aumento del lÃmite de refugiados admitidos de los 15.000 actuales a 125, 000; el fin del apoyo de Estados Unidos a la ofensiva de sus aliados en la guerra de Yemen y la paralización de la retirada de tropas de Alemania. El presidente hizo un recorrido por asuntos de máxima actualidad, desde el golpe en Myanmar a la detención del lÃder opositor ruso Alexei Nalvany, pero no se pronunció sobre América Latina.
MANO DURA CON RUSIA Y CHINA
Apenas al empezar su discurso, Biden se refirió a lo que considera los grandes desafÃos exteriores de EE.UU. en la actualidad: Rusia y su «mayor competidor», China. â??El liderazgo estadounidense debe responder a este nuevo momento de avance del autoritarismo, incluidas las crecientes ambiciones de China por competir con Estados Unidos y la determinación de Rusia por dañar y alterar nuestra democraciaâ?, manifestó.
El tono hacia China fue en cierta manera similar al mantenido por la administración Trump al final de su mandato, asegurando que se enfrentarán a los â??abusos económicosâ? de PekÃn y en otras áreas, pero no asà la postura con Rusia. De tener un presidente que se alinea con Putin en temas como la interferencia electoral, la Casa Blanca pasó a advertir al Kremlin de que no permitirá ninguna provocación.
â??Le dejé claro al presidente Putin, de manera muy diferente a la de mi predecesor, que los dÃas de Estados Unidos volteándose frente a las agresivas acciones de Rusia, interfiriendo en nuestras elecciones, cometiendo ciberataques, envenenando a sus ciudadanos, se han terminadoâ?.
COOPERACIÃ?N
No obstante, Biden también dijo que apostarÃa por la cooperación, incluso con Rusia y China. â??Liderar con la diplomacia significa trabajar codo a codo con nuestros aliados y socios clave de nuevo. Al liderar con diplomacia, también debemos trabajar con nuestros adversarios y competidores de forma diplomática, cuando esté en nuestro interés y en el de la mejora de seguridad del pueblo estadounidenseâ?, dijo el mandatario estadounidense. Eso es por lo que EE.UU. y Rusia acordaron extender el tratado de armas nucleares Start por cinco años más, ejemplificó el presidente.
Biden también dijo estar preparado para «trabajar con PekÃn, cuando sea de interés para Estados Unidos hacerlo», y habló del retorno de EE.UU. al Acuerdo de ParÃs contra el cambio climático, una de las áreas en las que se espera cooperación sino-estadounidense. En ese sentido, el presidente explicó que acogerá una cumbre de lÃderes sobre la crisis climática este año.
ALIANZAS CLAVES
Como ya hiciera en campaña, Biden remarcó su voluntad de devolver el liderazgo a Estados Unidos en la arena internacional y hacerlo a través del multilateralismo, frente al â??Estados Unidos, primeroâ? de su antecesor. En esa visión también se enmarca la vuelta de EE.UU. a la Organización Mundial de la Salud, que también mencionó, pidiendo cooperación internacional para frenar la pandemia.
También aseguró que incrementarÃan sus esfuerzos diplomáticos para acabar con la guerra en Yemen, que lleva devastando el paÃs seis años y se estima que ha provocado la muerte de más de 110.000 personas. â??Esta guerra tiene que acabar y para subrayar nuestro compromiso, vamos a poner fin al apoyo de Estados Unidos a la ofensiva en la guerra de Yemen, incluido las ventas de armas pertinentesâ?, indicó. Biden se refirió asà a la ofensiva de la coalición liderada por Arabia Saudita en el paÃs y su declaración marca un drástico cambio de rumbo de Trump, que elevó su apoyo.