El poco espacio y la gran cantidad de reclusos que esperan condenas en la cárcel preventiva de La Romana, ocasiona que tengan que dormir como sardinas en latas. Con la popular prensa humana, que consiste en acostarse de lado y otro recluso sentado y recostado. A esto se suma la insalubridad a la que los privados de libertad son expuestos. Es tiempo de mover la cárcel preventiva a un lugar más amplio.
HACINAMIENTO
Artículo anterior