PUNTA CANA. Cuando se puso en marcha el Plan de Normalización para los ciudadanos venezolanos, que han estado en el país bajo estatus migratorio irregular durante los años, se tenía previsto abarcar un universo de alrededor 100 mil venezolanos, que ingresaron al territorio nacional entre enero 2014 y marzo 2020.
El miércoles de la semana pasada, día en que en el Consejo Nacional de Migración celebró una reunión donde se aprobó la extensión por dos meses, a partir de septiembre de este plan, el ministro de Interior y Policía y presidente del Consejo, Jesús Vásquez Martínez, informó que un promedio de 44,500 inmigrantes de la nación suramericana ya lograron normalizarse.
Esto significa que más del 50% no lo han logrado. Aunque el proceso tiene tramites flexibles, cuentan con un costo dependiendo de la fase en la que se encuentre el interesado. María Hernández, es de una de las venezolanas que no ha logrado pasar de la primera parte del proceso, que es la prórroga de permanencia. Y por esta razón, no podrá ir a la segunda parte, que implica la solicitud de visa de trabajador temporero, debido a que no cuenta con su pasaporte, ya que fue robado.
“Para la primera parte no es necesario el pasaporte en físico, pero para la segunda si es obligatorio, de hecho en el pasaporte es donde te estampan la visa aprobada. Como yo hay muchos venezolanos que han extraviado y les han robado su documento”, expresó.
La dificultad para lograr reunir los montos establecidos parece ser otra traba que fue muy frecuente para el primer periodo del plan, que fue de solo un mes (del 12 de abril al 12 de mayo). El costo de la prórroga de permanencia es de 6,500 pesos y de la visa de trabajador temporero es de 5,265 pesos.
“Yo no pude hacer la primera parte entre abril y mayo, porque en un mes no me dio tiempo reunir los 6,500 pesos. Tengo demasiados gastos entre mantenerme aquí y enviarle dinero a mi familia”, manifestó Roger Benítez, un venezolano residente en Bávaro.
Para Benítez, ese ha sido un factor considerado como un “tranque”, en virtud de que en la primera vez, el proceso duró un mes y mucho no tenían el dinero.
En el país, solo hay siete ventanillas en las que los venezolanos pueden acudir para que personal autorizado por la Dirección General de Migración y las asociaciones que agrupan a estos ciudadanos, puedan orientar y ayudar con la tramitación de las solicitudes. Esto puede estar dificultando el acceso al plan, puesto que se traduce en más gastos que abarca temas de traslado y alimentación.
También, en 2020, con la llegada de la pandemia que afectó duramente la economía dominicana, una parte importante de los venezolanos regresó a su país tras quedarse sin empleo.