PUNTA CANA. República Dominicana se inscribe en el grupo de paÃses afectados por el caos global que provocó el COVID-19. Además del turismo y empresas indirectamente relacionadas a este sector, también resultó lesivamente fracturada la educación. Por eso, para remediar los estragos, desde el Gobierno se han invertido miles de millones de pesos. De ahà que a principios de noviembre se diera inicio, casi forzadamente, a un nuevo año escolar a distancia y virtual, con la promoción de una campaña que busca llevar a los hogares â??educación para todosâ?.
De hecho, el ministro de Educación, Roberto Fulcar, lo califica hasta ahora como â??altamente positivo y esperanzadorâ?. A la celebración también se añade el director de la Regional 05 de Educación, Isidro Santana, quien segura que â??la peor pandemia que podÃa existir fuera no iniciar el año escolar y que los niños perdieran un año (â?¦) Los docentes de la República Dominicana están haciendo un trabajo inmenso.â? Igualmente, el presidente Luis Abinader, asiente con que â??el programa de educación a distancia está siendo un éxitoâ?.
Cónsono con ello, se puede observar cómo en el proyecto de Ley del Presupuesto 2021 se contempla una inversión multimillonaria para ese sector, especÃficamente camente de unos 194 mil 510 millones 200 mil pesos. Ahora bien, aunque todos estos esfuerzos son a los fines de proveer una educación digna, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) ya advirtió que la pandemia â??terminó de agrandar aún más la brecha económica y educativaâ? en Latinoamérica y el Caribe. Esta institución registra que en la región son más de 160 millones, los niños y niñas que no han podido asistir a la escuela presencialmente. Dentro de ese análisis, la Unesco también puntualiza cómo alrededor de 767 millones de niñas son ahora vulnerables por la pandemia, ya que con el confinamiento son más propensas a sufrir violencia intrafamiliar y verse inmersas en el trabajo doméstico.
En dicha cifra se estima que al menos 11 millones de ellas tal vez nunca regresen a la escuela. Como una advertencia similar sobre la educación dominicana, en su momento se manifestó también la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI). En uno de sus estudios habla de que la â??equidad no solo se trata de que todos tengan acceso a la educación sino de que tengan las mismas oportunidades, independientemente de su origen socioeconómico u otras condicionesâ?, algo necesario en esta coyuntura caracterizada por el distanciamiento social. Aunque asegura la OEI que â??ingresar a la escuela es la primera oportunidad educativa, pero no es suficienteâ?, ya que hace especial énfasis en la calidad que se requiere para la formación de los alumnos.
De modo que, mientras otros paÃses de Europa y Asia llevan años luz al sistema educativo virtual de naciones latinoamericanas, República Dominicana, por ejemplo, apenas está dando un paso sin precedentes en su historia educativa, bajo condiciones sociales mucho más complejas. Siendo asÃ, puede reflexionarse que el actual proceso educativo a distancia y virtual, pudiera ser una especie de ensayo en la materia para el paÃs, aunque durante años anteriores existió la intención de convertir esta nación en una â??República Digitalâ?.
¿EDUCACI�N A MEDIAS TINTAS?
Después de la transición hacia el nuevo gobierno, Fulcar, denunció que la gestión anterior no dejó planificado este año escolar, pese a la inexistencia del coronavirus para entonces. Mucho menos proyectado en las condiciones actuales. Prácticamente hubo que iniciar de cero con un nuevo modelo al que algunos estudiantes pudieron verse limitados al momento de acceder. Ahora, el sistema educativo se dividió en dos, y República Dominicana se encuentra navegando entre ambas aguas, por primera vez.
Los profesionales y autoridades de Educación detallan una ligera diferencia entre la virtualización y educación a distancia. La primera, es precisamente la que llevan a cabo con los alumnos que tienen las posibilidades para conectarse al Internet mediante computadoras y tabletas, WhatsApp, YouTube u otras plataformas digitales con las que puedan recibir sus enseñanzas. La segunda, acapara la primera con el fin de guardar el distanciamiento social que ha obligado la pandemia.
Pero aquellos que no tienen acceso a internet, en vez de tabletas y computadoras, recurren a medios tradicionales como la radio y la televisión, de tal forma que puedan adoptar las clases correspondientes a su nivel académico. Pero ¿cómo evalúan los maestros el proceso educativo? ¿Cómo determinarán que un alumno aprendió lo necesario para luego pasar de curso? â??Es difÃcilâ?, explica Ivelisse Valdez, la directora de la Escuela Básica Camila HenrÃquez Ureña de Macao, en Verón-Punta Cana. â??O sea, es un poquito incómodo preverlo ahora, cuando solamente tenemos ni siquiera un mes de clasesâ?, replicó la docente.
DIFICULTADES
Las preguntas surgen a partir de las dudas que genera una evaluación integral en un escenario como el siguiente: Un niño entre 6 y 10 años, custodiado por padres o tutores con un nivel académico por debajo de lo necesario para orientarle cuando fuere necesario.
Un niño con acceso a posiblemente solo la radio o la televisión, sin internet para buscar en You- Tube y repetir sus clases, en caso de no haber captado los conocimientos impartidos por su maestro o maestra. A esto, la profesora YazmÃn Morbán, de la escuela básica Evangelina RodrÃguez, en San Pedro de MacorÃs, explica que los niños y adolescentes que lo requieran cuentan con una especie de tutorÃas previamente programadas, de tal forma que puedan ser guiados personalmente en el proceso del año escolar.
Igualmente, los padres, quienes han de acompañar a sus hijos todas las semanas a dichas citas con sus coordinadores de curso, son orientados en ese sentido, para garantizar a los niños un mejor desenvolvimiento. Allà se entregan las tareas asignadas, a los fines de recopilar los datos necesarios para su evaluación final.
También se orientan sobre las nuevas tareas, y se brinda asistencia psicológica, de ser necesario. Siendo asÃ, desde los estudiantes que tienen acceso a las plataformas educativas mediante Internet en una tablet o computadora portátil, hasta los que se encuentran en los lugares más recónditos, donde puede que no cuenten tan siquiera con una radio, a través de los cuadernillos y las asistencias personalizadas, podrÃan llegar a un final de curso y ser evaluados.
En este sentido, Valdez asegura que â??si fuéramos a volver a clases presencial en cualquier momento, como es lo que esperamos, vamos a evaluar tomando en cuenta lo que se trabajó a nivel virtualâ?. Pero los docentes no solo se enfrentan a los estudiantes inscritos durante el año escolar anterior, también tienen el reto de atender las necesidades de aquellos que por diversas razones desistieron de una educación privada durante la crisis del coronavirus.
VIVAS ESPERANZAS
â??Vamos a lograr que no se quede un solo estudiante sin escolaridad. Estamos promoviendo que todos nuestros directores de distrito, todos nuestros directores de centro, nuestros maestros reciban a los estudiantes, porque es una responsabilidad del Estado dominicanoâ?, afirmó el profesor Isidro Santana. Sin embargo, existen quejas desde hace años por la falta de maestros, y en torno a ese tema Santana reveló que pronto se estarÃa celebrando el concurso de oposición docente, con el que se integran nuevos maestros a la nómina del Ministerio de Educación (Minerd).
De forma que habrÃa que esperar que pase un poco más de tiempo mientras transcurre este proceso, para poder considerar resultados especÃficos, que permitan determinar si está siendo exitoso o no. Esto tomando en cuenta además, la cantidad de estudiantes que podrÃan sumarse a las matrÃculas de la educación pública a nivel nacional. Conforme con las proyecciones, las autoridades mantienen vivas sus esperanzas en el sistema educativo dominicano. Santana asegura â??este es el más grande proyecto, nunca visto en la República Dominicana, en donde se integra realmente la familia.â?