Como una mujer: Cuando todo ha dicho no
â?¦No te has quedado sin tus amigos, pero ya no puedes celebrar con ellos como antes. De momento se han terminado las fiestas y los juegos adolescentes, y como una mujer has tenido que hacerte cargo de un hogar que aún no tienes, con una criatura en tu vientre que no va a saber de su padre, pues en su inmadurez se niega a reconocerlo. Tu inocencia te acusa, tu familia se disgusta, tu aula se rÃe, y tu malestar aumenta, pues ese embarazo primerizo te condena a vivir asqueada.
No te sientes esposa, nada conoces aún de lo que es una familia. Tus condiciones económicas también te acosan-bien sabes de las necesidades que has sufrido- y si con tus hermanos no daban abasto, no se sabe cómo será ahora con el arribo de tu bebé.
No calculas siquiera el costo real de un desayuno, no entiendes nada de responsabilidad, no imaginas cómo organizar las tareas de la casa. No obstante eso, ya tu mente no está en tus cuadernos y las clases de historia. No tienes una visión, una misión, ni el más mÃnimo propósito que no sea el de parir de una vez.
No tienes ni tu habitación propia. No posees un salario, un trabajo mÃnimo, ya no tienes ni una escuela y casi ni un futuro, pero tienes una ilusión, el más loco y perdido de todos tus sueños.
Tu pareja te dijo que no, tus padres te dijeron que no. La vida te ha dicho ¡no! pero tú ya lo amas, porque no está en el útero de nadie, sino en el tuyo. No eres una mujer, pero ya tampoco tan niña. Por primera vez en tu existencia has encontrado el deseo de luchar por algo, y enfrentarte al mundo con todas las fuerzas de tu alma. Quizás no tengas razón como te dicen todos y no te encuentres preparada para asumir el reto, pero lo que sà sabes es que estás llena de ese nuevo amor, te acusen o te condenen has decidido ser mamá, y presientes que algún dÃa alguien te comprenderáâ?¦al menos tu propio hijo.]]>