En esta ocasión fueron los Naranjeros que derrotaron al Licey para descalificar, por segundo año consecutivo, al representativo dominicano.
Melvin Mingó
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HIGÜEY. Muchas cosas coincidieron. Era la medianoche, lo decisivo que era el partido, el equipo dominicano dejando corredores en posición anotadora y lo mexicanos aprovechando las segundas oportunidades.
En fin, fue la misma crónica de hace un año cuando en 18 entradas, en el partido por el campeonato celebrado en el Estadio Sonora, Los Yaquis de Obregón derrotaron 4-3 a los Leones del Escogido.
Este año, con un formato diferente, por la integración del equipo Cubano, los Tigres del Licey corrieron la misma suerte. Un sencillo del receptor Sebastián Valle rompió un empate en el cierre del noveno inning y México avanzó por segundo año consecutivo a la Final de la Serie del Caribe, al dejar tendido en el terreno a República Dominicana, con un triunfo de 3-2.
Los Naranjeros de Hermosillo, campeones de México, tras eliminar a los Tigres de Licey, monarcas de República Dominicana, se presentaron a su tercera serie final en las últimas 4 Series del Caribe y defendieron el título ganado en la edición del 2013 ante los Indios de Mayagüez, que dejaron en el camino a los anfitriones del evento, Navegantes de Magallanes.
El equipo dominicano contó con una gran labor monticular del cubano Yunesky Maya, que superó su presentación anterior. El derecho lanzó 5.2 entradas de una carrera limpia con 3 ponches. Pero el bateo oportuno brilló por su ausencia dejando 6 corredores en bases y yéndose de 7-0 cuando esos corredores estaban en posición anotadora.
Cuando se creía que el dirigente José Offerman traería a su cerrador titular Carlos Mármol para buscar un cierre de 4 outs nadie se explica por qué decidió continuar con Guillermo Mota que al final de la jornada cargó con la derrota.
Más que por el marcador, los dominicanos sienten dolor y pesar por la manera absurda y tonta, si se puede decir, en que México le ganó a República Dominicana. Pero no podemos quitarle el crédito a los aztecas que como buenos toreros saben enfrentar los momentos difíciles del juego y aprovechan las segundas oportunidades.
Hace mucho tiempo que México dejó de ser la “cenicienta” en cada Serie del Caribe. Su nivel de juego lo ha puesto a la misma estatura y competitividad de equipos como Venezuela y Puerto Rico, y ahora aquella selección que un día fue “la bella durmiente” se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los equipos que participan en el clásico caribeño.