VERÃ?N. Desde que llega la época navideña los niños empiezan a ilusionarse y esperar con ansias la fecha de los Reyes Magos, ya que es una costumbre en varios paÃses del mundo entregarles regalos a los más pequeños de la casa por motivo a esta celebración. Según cuenta la historia, el DÃa de los Santos Reyes, se conmemora por el nacimiento de Jesucristo y la visita que le hicieron los magos para entregarle oro, incienso y mirra como regalo.
Hoy en dÃa todavÃa muchos niños tienen la inocencia al igual que con Santa Claus de pensar que los regalos que reciben se los dejan los reyes llamados Melchor, Baltasar y Gaspar (los Reyes Magos), a los que tienen por costumbre redactarles cartas indicando los juguetes que quieren que les obsequien. Además, es una tradición que algunos infantes coloquen el dia anterior al 6 de enero, debajo del árbol de Navidad, leche, agua y mentas para los reyes y sus camellos.
HISTORIA
Diversos libros de cuentos navideños relatan que para que los tres reyes pudieran llegar a donde estaba el niño Jesús y adorarlo siguieron a una estrella. Mientras que la Biblia, no los denomina reyes ni se especifica cuántos son, sino que solo indica que son «sabios de Oriente». En muchas cortes de Oriente, entre ellas las de la antigua Persia y la antigua Babilonia, los astrólogos solÃan hacer las veces de asesores sacerdotales, expertos en el arte de la magia. En los siglos transcurridos desde entonces, los tres magos han sido interpretados como reyes.
Según el Evangelio de Mateo, una brillante estrella guió a los magos desde Oriente hasta detenerse «sobre el lugar donde se encontraba el niño» y «al entrar a la casa, vieron al niño con MarÃa, su madre» (Mateo 1:24). Los magos se arrodillaron ante el niño Jesús y «le ofrecieron presentes de oro, incienso y mirra». Es posible que sus regalos sean una alusión a la visión de IsaÃas de las naciones que rendÃan tributo a Jerusalén: «Multitud de camellos te cubrirá; dromedarios de Madián y de Efa; vendrán todos los de Sabá; traerán oro e incienso, y publicarán alabanzas de Jehová» (Mateo 2:11, IsaÃas 60:6).
Estos regalos tenÃan significados proféticos para la vida de Jesús. Oro como reconocimiento de su deidad: Jesús, el Rey de reyes. Incienso, que se usaba en actos de adoración, como muestra de que Jesús es digno de nuestra alabanza y adoración. Y mirra, un ungüento que se usaba para los muertos en esa época, representando el sufrimiento que padecerÃa y la muerte que sufrirÃa. Cabe mencionar que la conmemoración oficial de la llegada de los Magos, denominada EpifanÃa o DÃa de Reyes, es una de las festividades cristianas más antiguas.