Génesis Pache/ gpache@editorabavaro.com
VERÃ?N. Entre llantos, familiares, amigos y vecinos despidieron los restos del niño Johan MartÃnez Pascual, quien fue velado en su hogar ubicado en el sector Samaritano II, en Verón. Con apenas ocho años, ya se habÃa convertido en un niño amado por todos los que lo conocÃan.
Johan perdió la vida el pasado jueves 15 de septiembre, cuando se encontraba en una de las aceras de la carretera Verón-Punta Cana, junto a su madre, Yaniris Pascual, a esperas del autobús que lo llevarÃa al colegio.
Vecinos del sector Samaritano II describieron a Johan como un niño tranquilo y feliz. Germania Bello, una de las vecinas más cercanas a la familia MartÃnez-Pascual, expresó que Johan era tan tranquilo que no salÃa de su casa.
â??La mamá todo el tiempo le tenÃa la televisión, y él estaba ahà tranquilamente. Siempre andaba con su mamá o con su hermano, porque era sumamente tranquiloâ?, manifestó Bello. Señala que en ocasiones Johan le pedÃa permiso para que los niños jugaran con él.
Bello dijo que toda la comunidad ha recibido esta noticia como un golpe duro. Dijo que ella se encontraba en su trabajo, y al momento de recibir la noticia se fue para la casa. Los restos de Johan fueron velados en su casa, en proceso de construcción. El pequeño ataúd, de color blanco alusivo a su inocencia, fue colocado al fondo de la sala, donde los presentes pudieron verlo y darle el último adiós.
Ambos padres, Yaniris Pascual y Roberto MartÃnez, trabajan en GRUPO PUNTACANA, por lo que decenas de colaboradores de esta empresa se dirigieron a este humilde hogar, para solidarizarse con esta familia.
La madre, Yaninis Pascual, quien también recibió los embates del choque, estaba en silla de ruedas, debido a las heridas en sus piernas, y prácticamente no podÃa pronunciar palabras. El padre, Roberto MartÃnez, entre sollozos decÃa que aún no lo creÃa, y que no entendÃa por qué estaba sucediendo esto.
 Su colegio
A Johan le arrebataron la vida mientras esperaba transporte para dirigirse a su colegio, el Puntacana International School, donde lo esperaban sus compañeritos, que ya no lo verán más. Todos lo han de extrañar, puesto que era un niño lleno de alegrÃa y amor; era bien querido por todos.
MarÃa Truebas, coordinadora académica del nivel básico del Puntacana International School, manifestó que Johan ya tenÃa muchos años en el colegio, y que era un estudiante ejemplar y muy sociable.
â??Johan era muy bien portado; tenÃa muy buena educación y modalesâ?, dijo Truebas. También alegó que todos en el colegio estaban muy orgullosos de él, porque académicamente siempre era muy competitivo, en comparación con el resto de sus compañeros, y con muy buen nivel de inglés.
Johan se encontraba en el tercer grado de básica. Truebas lo definió como un estudiante responsable, cumplidor, que siempre hacÃa sus tareas, y muy sociable. â??Aquà todo el mundo sabÃa quién él era; no habÃa que llamarle la atención nunca, porque siempre estaba bien portadoâ?, agregó.
Sobre la madre del niño, Yaniris Paulino, quien laboraba para este mismo colegio, como supervisora de limpieza del departamento de conserjerÃa, Truebas manifestó que siempre estaba muy al pendiente de su hijo, y tenÃa una comunicación constante con las maestras del niño.
Dijo que cuando habÃa alguna tarea que no la entendÃa, para ayudar a su hijo se acercaba a la maestra para consultarla. â??Ella cogÃa sus clases de inglés y le hablaba en inglés a sus hijos, para que ellos aprendieran. Ella es una persona muy decidida a superarseâ?, argumentó Truebas, sobre Yaniris Paulino.
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