jueves, mayo 2, 2024
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ALGO MÁS QUE PALABRAS / Otro mundo es posible

Víctor Corcoba Herrero
Víctor Corcoba Herrero

Víctor Corcoba Herrero / corcoba@telefonica.net

Otro mundo es posible. Sólo hay que mirar y ver con los ojos del alma este mundializado orbe, poner en marcha nuestra imaginación creativa, armonizar nuestros impulsos, disponernos a escuchar mucho para poder auxiliar, revitalizar nuestros pensamientos de sosiego, porque en el fondo lo que hemos de desterrar de nuestra existencia es el negocio de las armas y, así, únicamente de este modo, se puede poner en marcha la abolición de la guerra. Ciertamente, los problemas que surjan no pueden ser ignorados, y máxime en un mundo global.

Hay que hacerles frente, pero con un semblante que propicie la concordia. Es por ello, que hace falta trabajar más activamente todas las culturas, todos los Estados, para renovar las relaciones, para reactivar los encuentros, para reforzar nuestros vínculos interiores, como el de la fraternización dentro de la familia de naciones.

Es posible otro mundo. Tiene que serlo. Podemos hacerlo con la práctica del diálogo sincero, con abecedarios sustentados por leyes morales. Jamás debemos suponer que nosotros tenemos la verdad y que los demás están equivocados. Hemos de reflexionar más, comprender más para poder pensar colectivamente, y así, poder mejorar nuestra convivencia. Pensar individualmente nos atrofia. Somos animales sociables, con intelecto, dispuestos a compartir a través de los pensamientos. Son, efectivamente, las ideas quienes estimulan la mente y nos ponen en acción.

Pero el ejercicio de esta tarea ha de ser conjunta. Las mismas operaciones de paz pueden y tienen éxito cuando son una expresión de una voluntad política internacional fuerte e unificada. Cuando no lo son, siempre fracasan. Esta es la realidad y el reto en medio de los desafíos políticos, financieros y organizacionales que persisten en este planeta.

Otro mundo es posible. Sí, sí, sí… pongámonos con más corazón que cuerpo a cavilar, ¿cómo se consigue la armonía? En efecto, no podemos convivir sin haber creado, hasta el punto de recrearnos también, en lo armónico. Formamos parte de este acorde, de este ritmo humano, estético, humanista que hace renacer nuestro propio espíritu.

Sin Tapujos

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