EL SEIBO. La vuelta a la presencialidad ha traído consigo el restablecimiento de las dificultades que afectan desde siempre al sistema educativo dominicano, pues al salir de las aulas, obligados por la pandemia de la covid-19, los centros entraron en abandono y ahora este es uno de los principales problemas. Como si fuera poco, la falta de maestros en escuelas de la zona Este acrecienta los problemas, mientras la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) exige aumento salarial y otras reivindicaciones.
¿UN NUEVO AUMENTO SALARIAL?
Este 25 de marzo pasado, los profesores de todo el país se congregaron en sus respectivos Distritos Educativos para exigir un pliego de demandas, esto con el fin de iniciar una serie de movilizaciones en pro de sus objetivos. Paulatinamente, se comenzó un descenso en la asistencia de estudiantes en las aulas.
Además, solicitan un aumento general para los profesores activos, jubilados y pensionados porque “la canasta básica, la ferretería, la farmacia, todo ha subido y nuestro salario ha quedado atrás. Es un aumento justo, el maestro dominicano hace el rol de todólogo por la cancelación de personal de apoyo”, reclaman los docentes.
La ADP de La Romana, entregó al Distrito Educativo 05-03 un pliego de demandas del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y las peticiones locales, que incluyen, el aumento de un 25% al salario de los docentes, terminación de tandas, cimentación de Escuela Rio Salado, problemas de infraestructuras, mobiliario, material didácticos y nombramientos de personal docente y apoyo.
Hace pocos días que los maestros de Higüey salieron a las calles del municipio como medida de protesta en busca de un aumento de un 25% a sus salarios. Además, reclamaban mejores condiciones de muchos de los centros, bajo la argumentación de que no están en óptimas condiciones para impartir docencia.
PLAGIO Y NÓMINAS SIN EXPLICACIÓN
Las exigencias de la ADP-Higüey se dan en el contexto de la denuncia interpuesta por la profesora Marilyn Mercedes, quien demandó a Felipe Castillo Arias, actual presidente del gremio educativo, por supuestamente falsificar su título universitario.
Otro tema que involucra a la clase docente es el caso de Martina Pepén Santana, quien, de acuerdo a la nómina del Ministerio de Educación (Minerd), está activa con dos tandas, cada
una de 31, 245 pesos, mientras se ocupa por completo como gobernadora de La Altagracia. Sobre el caso, autoridades educativas guardan silencio, pero según informaciones extraoficiales de una fuente del Distrito 12-01, luego de dos años devengando el salario Pepén inició un proceso de licencia permanente hasta culminar su gestión.
FRANCO DETERIORO
Los reclamos de los docentes vienen cuando los centros educativos se encuentran en franco deterioro. Uno de los principales retos para volver a las aulas era apresurarse a la remodelación de centros educativos que pasaron cerca de dos años cerrados. Problemas como filtraciones, grietas, falta de agua, de pintura, desprendimiento perimetral y de techos, pisos rotos y aguas residuales estancadas se volvieron un dolor de cabeza. A partir de entonces los daños que ya estaban, empeoraron aún más.
En la provincia de El Seibo, por ejemplo, aparecen escuelas en esa situación, tanto del municipio cabecera como en la zona rural. Centros como Escuela Alemán en Mata de Palma, Arroyo Tabaco, ubicado en la comunidad del mismo nombre y Alberto Berroa en de El Cuey exhiben severos desperfectos que no han sido atendidos. En esta última los alumnos y profesores usan una letrina a punto de desplomarse, no tienen cocina ni agua, pero tampoco piso en la mayo- ría de los cursos.
Esta no es una situación exclusiva de esta localidad, puesto que, lo mismo ocurre en La Romana, donde la directora de la Escuela Mercedes Laura Aguiar, Luz López, denunció la necesidad de la construcción de la verja perimetral de la parte sur del centro que se está cayendo, y el arreglo de filtraciones en el techo de la escuela.
Mientras, Enrique Ávila, presidente de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) en La Romana, dijo que es necesaria la construcción de un comedor en el liceo Aristy García Mella, porque la comida se sirve en el pasillo y los estudiantes comen en el patio, contratar a al menos tres maestros y colocar policías escolares en las escuelas.
En el caso de San Pedro de Macorís, los maestros pidieron la terminación de varios centros educativos que llevan años en construcción, como la ampliación de la escuela Puerto Rico, la que se construye en el sector Colinas 2, el politécnico Bienvenido Bustamante, en el cual los estudiantes están recibiendo docencia en un área prestada del politécnico Pedro Feliciano.
La situación empeora en la provincia de Hato Mayor, según el presiden- te del gremio profesoral allí, Darlin Peguero, la mayoría de los planteles están en mal estado, situación que representa la principal dificultad del sector educativo en la zona. La escuela Juan Pablo Duarte tiene el segundo y tercer nivel cerrados por filtraciones y problemas de electricidad.
Agregó que, la escuela Bernardo Pichardo tiene un pabellón completo arruinado por las filtraciones, y el liceo Silverio Porquin Acosta, tiene más de seis años de abandono en su construcción. “Hay planteles sin agua, los inodoros no bajan, problemas de pozos sépticos y otros. En el casco urbano solo hay tres centros educativos en buenas condiciones, después todos los demás están en deterioro total con graves daños”, puntualizó Peguero.
FALTAN AULAS Y NO ALCANZA DESAYUNO ESCOLAR
En El Seibo también están el politécnico Fe y Alegría, La Higuera y el politécnico Juan Pablo Duarte, que necesitan ampliación. Este último precisa cuatro aulas y la habilitación de edificación de técnico en gastronomía. Fe y Alegría requiere 12 aulas, cinco talleres, una biblioteca y un dispensario. En el Juan Pablo Duarte faltan tres conserjes y dos profesores.
La directora de la escuela La Higuera, ubicada en la comunidad que lleva el mismo nombre, Diana Zapata, expuso que no tienen cocina ni comedor y para la matrícula actual sus aulas son pocas. Hay un baño para más de 400 estudiantes.
“Queremos se termine el centro que tenemos en construcción (detenida desde 2019), porque donde estamos, llueve afuera y acampa adentro. Aquí, actualmente, lo único que recibimos como alimentos es un pan y una leche”, acotó Zapata.
En Hato Mayor, la escuela Juan Jiménez es una de las que le faltan aulas en esa demarcación junto a la de Las Guajabas, ya que operan con un aula dividida en cuatro. Ocurre en la Juan Silvestre Peguero que las raciones alimenticias están incompletas y hacen falta más de 170 raciones de acuerdo a la actualización de la matrícula, situación que se repite en otros centros de la zona.
SE NECESITAN MAESTROS
El presidente de la ADP en Hato Mayor, Darlin Peguero, dejó claro que en Hato Mayor se hizo un “pobre levantamiento” y de 170 profesores que aprobaron el Concurso de Oposición, solo 23 de ellos ocupan plazas, quedando muchos por nombrar y decenas de escuelas que requieren docentes a raíz de la sobrepoblación estudiantil existente.
Esperan profesores de idiomas y de educación media en general, esto para asignaturas como matemáticas, literatura, química, biología y formación humana. En El Seibo demandaron un levantamiento general, actualización de plazas y el correo antidoping, además de retirar a contratados. Aquí, también, en la escuela El Rosario, se despacha a algunos estudiantes una hora antes por falta de educadores y, la dirección de La Higuera, dijo les faltan siete maestros para educación física, artística, formación humana y educación especial. En el politécnico Fe y Alegría faltan nueve maestros.
La ADP de La Romana comunicó que precisan más de 300 docentes y, solo en la Escuela Mercedes Laura Aguiar, necesitan siete. De acuerdo con la secretaria de organización de la APD-Higüey, Arlenis González, hace falta personal de apoyo y administrativo, falta completar los talleres en las escuelas que pertenecen a jornada de tanda extendida y también algunos centros escolares no tienen butacas suficientes.