viernes, julio 26, 2024
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Palmo a palmo zona Este se llena de haitianos

Manuel Antonio Vega, mvega@editorabavaro.com

HATO MAYOR. La mano de obra dominicana está de capa caída, ha sido desplazada por la haitiana, que se han adueñado de las labores en los campos agrícolas, lecherías, transportes y en hoteles en la zona Este del país.

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Aunque no se tiene con exactitud la el número de inmigrantes que hay en la zona, se presume que superan los 100 mil entre las poblaciones de Hato Mayor, El Seibo, La Romana, San Pedro de Macorís e Higüey.
Los extranjeros tienen una mayor presencia en las zonas económicamente activas de Higüey, Bávaro, Punta Cana y Verón, seguido los campos cañeros de La Romana, San Pedro de Macorís, El Seibo y Hato Mayor.
En la zona turística de Bávaro, Punta Cana, Verón y otras la presencia haitiana es tan elevada, que a veces superan con creces, la mano de obra dominicana.
Son mayoría en sector de la construcción y en las labores agrícolas superan más del 90 porcientos.
El comercio informal ya está casi en manos de los haitianos, que también están presentes de forma masiva en el transporte de motoconcho.
Su presencia es tal que en el área de seguridad y consejería de los hoteles obtienen con suma facilidad empleos.
El Hoyo de Friusa, Villa Esperanza y Haití Chiquito, en Bávaro; y Kosovo en Verón, hasta las calles y las casas tienen similitud a las del barrio Cité Soleil de Puerto Príncipe.
Un informe de la Asociación Nacional de Hoteles y Turismo (Asonahores), revela que las actividades turísticas de Bávaro y Punta Cana genera más 115 mil 882 empleos, representando el 53,5% de todos los que genera ese sector en el país.
Ese mismo informe precisa que alrededor de 10 mil haitianos tienen empleos directos en Bávaro y Punta Cana, mientras otros 50 mil se benefician indirectamente.
Para muchos este informe es tímido, porque la presencia masiva de haitianos en todas las actividades productivas y negocios informales es muy perceptible.
La Dirección General de Migración, organismo responsable de velar porque los extranjeros cumplan las normas establecidas para residir en territorio dominicano, hace muy poco o nada para evitar la presencia de ilegales en la zona.
En su mayoría son ilegales con pocas instrucciones y proceden de grandes núcleos poblacionales como Gonaive, Jérémíe, Fort lirté, Les Cayes y Puerto Principe.
La mayoría de los inmigrantes establecidos en campos y zonas turísticas son jóvenes en edades que oscilan entre los 15 a 30 años, algunos con estudios universitarios, que huyeron de Haití tras el terremoto del 2011.
Muchos trabajan como interpretes, porque tener conocimientos de inglés, francés, español y Creole.
Además muchos laboran como guías turísticos, bailarines, bartender, músicos.
En la construcción laboran como albañiles, varilleros, carpinteros, o como simples ayudantes preparando mezclas de cemento y arena, cargando bloques y varillas y haciendo cualquier trabajo pesado que no requiera especialidad.
Otro grupo significativo se dedican a la venta informal de ropas, tejidos calzados, frutas y vegetales, y los llamados buscones, localizándole centros de prostituciones y diversiones a turistas.
Otro grupo de inmigrantes haitianos se gana la vida como conserjes o empleados de limpieza, vigilantes privados, porteros y haciendo diligencias personales a cualquier persona que esté dispuesta a pagar.
Prostitución
Muchos ilegales, sobre todos mujeres labora en centros nocturnos y diversiones, prostituyéndose, ante las miradas indiferentes de las autoridades.
En su peregrinar por tierra dominicana, los ilegales también realizan hechicería, extorsión y cometiendo robos, atracos y dedicados a la venta y consumo de drogas.