LA ROMANA. La batalla desleal que libran día tras día aquellos comerciantes que tienen sus bancas de loterías debidamente registradas y cumplen con los compromisos formales en materia tributaria ante el Estado dominicano, se ha convertido en una verdadera pesadilla, debido a que gran parte de la “competencia” labora de manera ilegal, situación considerada injusta y oportunista.
En esta provincia, de acuerdo a los datos que maneja la Asociación de Bancas de Loterías de La Romana (Asobaloro), operan unas 730 bancas de loterías de manera formal. Sin embargo, representantes de la referida institución dijeron a este medio que dicha cantidad debe estar triplicada en el comercio informal. Afirman que el Estado protege esa irregularidad.
El presidente de Asobaloro, Franklin Vladimir Cubeiro Rijo, dijo que en el momento en que “un banquero gasta alrededor de 35 mil pesos mensuales por concepto de pago de impuestos y empleados, y luego ve cómo le colocan 10 bancas, una al lado de la otra y que no tienen ningún reglamento y el Estado las protege, esto lo que hace es que fomentar la ilegalidad”, expresó.
El comerciante indicó que pese a que hay reglas para operar contempladas en la ley, donde también hace mención de la distancia que debe poseer una banca de lotería de otro, la cual asegura debe ser no menos de 200 metros, nada de esto se cumple a cabalidad y esta situación no solo se da en La Romana, sino en el país completo.
Agregó que unos siete meses antes de que el presidente Luis Abinader asumiera como mandatario de La República, el sector de bancas de loterías se reunió con él y firmaron un acuerdo donde se tocaban siete puntos importantes, que afectan directamente a los banqueros y éste se comprometió a resolverlos. Sin embargo, asegura que, a casi ocho meses de gestión, todo se ha quedado en promesas y más promesas.
Agregó que dentro de los males que afectan al sector, se destaca: la evasión de impuestos de la competencia, el irrespeto a la distancia, la circulación de miles de equipos electrónicos de forma ambulante, usados para vender loterías. Todo esto, ha hecho que cada día desaparezcan miembros que habían creído en el sistema, ya que afirma en años anteriores eran 60 y ahora sólo quedan 12 personas que pertenecen a Asobaloro.