Repensando el futuro: Duquesa en Punta Cana
Después de las elecciones de 15 de marzo, nada había sacado de los titulares de noticias y de las redes sociales el tema del COVID-19. Y de repente la ciudad capital se vio cubierta de una nube negra; como si no bastara el pánico que provoca el encierro de una cuarentena global.
De un momento a otro aparcamos la angustia de la pandemia y la tendencia en Twitter y Facebook lo fue Duquesa. Nombre que aparenta adornar a una distinguida señora de la realeza, pero que aquí designa un hediondo campo abierto donde se amontonan millones de toneladas de residuos sólidos, o sea basura.
El vertedero lleva más de tres días ardiendo en llamas, complicando aún más el cuadro sanitario de la lucha contra el covid-19 ya que la humareda amenaza con provocar serias afecciones pulmonares, justamente los órganos que de manera despiadada ataca el virus.
Para variar, esto también viene acompañado del plato del día: la discusión electoral. La búsqueda de culpables y de narrativas cargadas de promesas, acusaciones, propuestas de pactos y compromisos, en fin de todo con el propósito de ganarse el favor del electorado más numeroso y difícil del país, el del Gran Santo Domingo, ya que ese problema afecta los 5 municipios que lo conforman.
Mientras tanto, aquí en la zona de Verón, Bávaro y Punta Cana, el principal destino turístico del país, no se sabe donde van a parar los camiones que recogen las casi 700 toneladas diarias que es capaz de generar la zona ya que no existen vertederos preparados para el manejo final de la basura.
Hace muchos años que vengo insistiendo en que la responsabilidad fundamental del Ayuntamiento de este Distrito Turístico es garantizar la limpieza y la seguridad ambiental. Tal vez es un tema de poco atractivo electoral y que puede afectar a los intereses económicos que financian las campañas políticas.
Viendo a Duquesa, es urgente que Punta Cana asuma con determinación y sin demora la construcción de un relleno sanitario que evite que los lixiviados generados por la basura así como el metano que libera -y que es el que produce los incendios- se controlen para evitar la contaminación de las fuentes acuíferas y de nuestras valiosas playas.
A pesar de las inversiones requeridas, no se puede alegar falta de recursos o limitaciones de recursos en las alcaldías. En partes del mundo la basura se autofinancia, hay riqueza en la basura y no faltarían las alianzas público privadas interesadas en participar como lo han hecho en los sectores de energía, agua potable, entre otros. La tecnología está disponible y la capacidad técnica también, no se trata de una misión al espacio.
Lo único que ha faltado de forma reiterada es voluntad política. Ojalá y cuando abramos nuestras fronteras aéreas, y volvemos a llenar los hoteles, ya hayamos avanzado en este proverbial problema de fácil solución y evitemos un Duquesa en Punta Cana.]]>