Repensando el futuro: Cómo se evita un â??coma económicoâ?
Vivimos una crisis sanitaria global sin precedentes. Aunque las cifras globales de muertes no sean tan altas como otras pandemias, la decisión de cómo enfrentarla, ha apagado el mundo por completo desatando, por mandato de los mismos gobiernos, una crisis económica de dimensiones incalculables que hay que comenzar a abordar en paralelo a la enfermedad, pues tienen un propósito común: salvar vidas.
Eso no implica eliminar gradual o por completo el distanciamiento social y la cuarentena, señaladas como el mejor remedio para combatir el virus, sin embargo, las medidas temporales que ha venido planteando el Gobierno no son suficientes. Posiblemente la coyuntura polÃtica de final de gobierno recela de asumir compromisos a mediano y largo plazo, pero lamentablemente, el momento de tomar las medidas es ahora.
Todos los informes económicos de rigor cientÃfico o de analistas reputados coinciden de que será el sector de viajes, hoteles, y turismo el último en recuperarse de la cadena productiva, y, para República Dominicana, ese sector mueve, a través de compras de bienes y servicios, 43 de cada 100 pesos que se mueven en el paÃs, es decir casi la mitad.
Por esta razón, en mi opinión, detener por completo este sector, serÃa un grave error porque, la compleja cadena de valor del turismo, ha costado muchos años desarrollar, formar, posicionar, y si se detiene por completo, se deteriora su estructura, se pierden los empleados formados y difÃcilmente podrá estar listo para cuando se levanten las restricciones.
En Europa, paÃses como España, donde el turismo representa un sector de gran peso para la economÃa, están apalancándose de forma mucho más agresiva en endeudamiento solicitando créditos por el 20% de su PIB, o sea casi 275 mil millones de dólares. Tomando eso en cuenta, se hace imperativo olvidarse de conceptos como el tope de la deuda y asumir que sólo mediante a nuevos y grandes préstamos podremos mantener a flote nuestra economÃa.
Reconociendo que se trata de un año electoral polÃticamente cargado y polarizado, es urgente abordar, desde un pacto polÃtico, el compromiso de apoyar y aceptar que se asuma una deuda adicional, que estimo en cercana al 10% del PIB, para los próximos dos años. Esta decisión debe tomarse ahora, cuando existen recursos internacionales disponibles, no mañana, cuando se hayan agotado o resulten más costosos. Ya sabemos que la baja proyectada de los ingresos fiscales -que nunca han sido suficientes- será de más de un 50%. Ningún gobierno podrá hacer frente a las mÃnimas demandas sociales y materiales sin recursos. Menos aun teniendo que resistir el embate de esta pandemia.
Esos préstamos nos mantendrán a un ritmo operativo esencial que permita cuidar los empleos de las empresas forzadas a cerrar o a reducir al mÃnimo sus operaciones, de manera que, cuando podamos despertar del coma económico inducido, tengamos aún el tejido empresarial vivo y con capacidad de ser reactivado y fortalecido para nuevamente competir. Y con la fuerza de nuestro turismo, de nuestra industria y de las pymes, podremos más adelante equilibrar las finanzas.]]>