La Navidad y los dientes
Seguro has visto las publicidades animándote a ir al odontólogo antes de que termine el año. Seguro has leído frases motivadoras impulsándote a mejorar tu sonrisa, o a realizar procedimientos estéticos que mejoran tu sonrisa o se acercan más a tu ideal de la sonrisa perfecta (que varía según los gustos).
Ahora te pregunto, ¿sabes tú qué hay detrás de esta motivación? Te lo explico desde la odontopediatría, aunque aplica también para adultos. En diciembre, con las fiestas las actividades comerciales -fuera del turismo- merman un poco. Los laboratorios dentales cierran sus operaciones por las festividades, algunas tiendas donde compramos nuestros insumos también. Y nosotros, como seres humanos que trabajamos todo el año, muchas veces aprovechamos unos días para descansar.
Un niño que tiene más de seis meses que no viene a consulta, que merienda muchas veces al día, quizás se duerme con un biberón en la boca y tampoco se deja cepillar los dientes por el adulto a cargo, tiene un riesgo elevado de desarrollar caries. A eso sumamos que las caries en dientes de leche avanzan más rápido y en cuestión de pocas semanas podemos pasar de “un puntico negro” a “no dormimos nada anoche”.
Nosotros buscamos prever esos escenarios para nada agradables para ningún miembro de la familia, especialmente en esos días que estamos más pendientes a la cena, al regalo de angelito, a los regalos de Santa o los Reyes Magos (donde todavía pasen los pobres Reyes reemplazados por Santa). Motivamos con frases atractivas, claro, pero nuestro objetivo es evitar que algo que se pudo resolver en días y horas laborables, se convierta en una emergencia dental.
Claro que hay casos que son emergencias y no podemos prevenirlas, por eso se llaman así. Una caída, una fractura de un diente, entre otros, son sucesos que se escapan del mejor de los planificadores. Así que si tienes en agenda disfrutar tu cena navideña, los infinitos dulces, las carcajadas -o truños- en el angelito, quieres estrenar ropa o disfrutar ese viaje planificado para cambiar de ambiente, date una vueltecita por el odontólogo, o para el odontopediatra en el caso de tus hijos y asegúrate que están todos sanos para las festividades navideñas.